¿A qué jugó Chile? Ecuador nos dio un nuevo golpe de K.O.

En un partido olvidable, La Roja fue vencida con claridad por 3 a 1 en un juego que dejó claro que nuestra selección es un sufrimiento, que no tiene convicciones y menos una idea o identidad de juego. Así, el Mundial se ve más lejos.

por Christian Ayala Rojas
cayala@todofutbol.cl
twitter: @todofutbol

QUITO.-Fue una pesadilla de principio a fin. Con un Chle que sencillamente no se supo nunca a qué jugaba, ni siquiera hubo algo de dignidad, ni por último amor propio, lo que nuestros jugadores parecen confundir con la choreza y creerse matones. Una derrota que si bien no nos deja fuera del Mundial, si nos abre aún más una herida que ya había clavado Colombia. Esta derrota ante Ecuador es ya una alarma de alerta que nos deja claro que nuestra selección así cada vez se va a alejar más de Brasil 2014.

El partido se dio en los primeros minutos con un Chile tratando de mantener el balón en sus pies. Y a ratos lo logró y llegó a complicar a Ecuador especialmente con la subida por la izquierda de Mauricio Isla. Además en el mediocampo la presión asfixiantes de Díaz y especialmente de Seymour permitía recuperar de manera rápida el balón. Pero eso sólo duró unos 15 minutos, porque de ahí bajó el físico y comenzaron a aparecer los espacios, lo que le permitió a los locales recuperar el dominio del juego.

Y ahí vino lo mejor de los locales que al menos tuvo tres ocasiones claras para anotar todas por juego aéreo, como un cabezazo de Benítez que a pesar de medir 1,68 le ganó a todos los centrales chilenos y obligó a una atajada monumental al meta Pinto. El propio Benítez la tuvo después pero afortunadamente el travesaño le impidió el gol.  Y como si fuera poco tras una débil marca de Contreras, apareció Caicedo y afortunadamente su remate final salió desviado.

Eran los mejores minutos de Ecuador y Chile estaba absolutamente desaparecido. Pero en el fútbol la justicia es algo que definitivamente no existe y eso quedó claro cuando a los 25 minutos, Matías Fernández tomó la batuta e hizo la pausa perfecta para permitir la pasada por su espalda de Mauricio Isla, el huaso  que ganó la línea de fondo y sacó un centro esperando que algún delantero chileno conectara, pero a falta de eso, apareció el central  ecuatoriano Juan Carlos Paredes como el mejor de los centradelanteros y en su afán de despejar se mandó un autogolazo de antología.

Era el 1 a 0 impensado pero que permitía cambiar la historia de un partido que estaba sumamente complicado. Ese gol le di más tranquilidad a los nuestros, y para Ecuador fue un golpe duro. Pero, al parecer, Chile no quiso ser menos y Matías Fernández quiso devolver el regalito del gol y en su intento de salir, ante la presión rival, se vio apurado y dio un pase nefasto hacia atrás que pilló muy mal parado a Pablo Contreras que además se vio muy débil en la marca  de Felipe Caicedo que le ganó el mano a mano muy fácil y quedó mano a mano frente a frente a Miguel Pinto y el delantero se lo sacó con maestría para definir y poner el empate 1 a 1, resultado con el que se fueron al descanso, dejando una muy deslavada imagen de La Roja.

NADA CAMBIA

En la segunda etapa uno esperaba un cambio de actitud o incluso un cambio en la estructura futbolística. Pero ni lo uno ni lo otro. Los primeros minutos fueron de terror y Ecuador atacó con todo ante un Chile impávido que no podía frenar al rival ni recuperar la pelota.

Los centros comenzaron a llenar el área chilena y las segundas pelotas siempre le quedaban a los locales, hasta que en una jugada aislada, Ibarra que encara en el minuto 53’ y Pablo Contreras redondeando una actuación sencillamente nefasta le comete una falta dentro del área nacional digna de un novato, lo que no sólo le significó que cobraran penal sino que además lo hizo merecedor de la tarjeta roja y dejó al equipo con 10 jugadores.

Caicedo que se puso frente a la bola y su remate fue contenido a medias por Pinto, pero lamentablemente el rebote le quedó al propio delantero ecuatoriano que no tuvo más que tocarla con el arco descubierto para anotar el 2 a 1.

De ahí ena delante lo de Chile fue paupérrimo. Cero ideas y pocas ganas, lo que le permitió a Ecuador bajar la revoluciones y manejar el partido con tranquilidad, especialmente luego de un cambio inexplicable que marcó la salida de Matías Fernández por el ingreso de Junior Fernandes con lo que Chile perdió cualquier control o salida en el mediocampo, lo que quebró enteramente a la selección chilena, dejando muy huérfanos a los dos de arriba.

En los últimos minutos ingresó Vargas y Mark González con lo que Chile algo de volumen ofensivo ganó, pero faltaba el hombre que diera el pase preciso en los últimos metros lo que significó que Chile terminará creando muy pcoo peligro a pesar de la intención de atacar un poco más. Ecuador sólo esperó y cuando tuvo la pelota en su poder apuraba en los últimos metros para aprovechar los espacios por los flancos y por ahí pudo haber liquidado con una entrada por la izquierda de Caicedo que afortunadamente su remate fue sacado casi de la línea por Osvaldo González.

Y para colmo de males, a los 88 minutos Arturo Vidal demostró una vez más que su cabecita no funciona bien y de manera estúpida y sin necesidad le pegó un codazo a Benítez que como si fuera poco lo hizo al lado del árbitro, por lo que lógicamente recibió su tarjeta roja correspondiente…ese es nuestro crack, ese es nuestra gran figura, ese es el líder de nuestra selección(¿?)…sencillamente una vergüenza.

Y para cerrar el show ya en los descuentos un centro desde la derecha fue aprovechado por Segundo Castillo que apareció por el primer palo para cabecear ante la débil marca de Mark González y de cabeza poner la lápida con un 3 a 1 contundente.

Al final, el pitazo sólo fue la sentencia  a un nuevo partido para el olvido y que para colmo de males nos deja sin tres jugadores para el duelo ante Argentina, la moral bajísima y problemas futbolísticos que nos comienzan a alejar del Mundial y lo peor es que con total merecimiento, porque así no estamos ni cerca de llegar a una nueva justa mundial.