De los tres equipos españoles que llegaron a cuartos de final de la Champions, sólo va quedando el Real Madrid que tiene una difícil parada ante el Manchester City
El Atlético está fuera de las semis de Champions porque ya no es aquel equipo duro como una roca al que no había forma de meterle mano. Este Atlético es frágil en lo defensivo como lo era antes de Simeone. Si llegas al Westfalen Stadion y te meten cuatro, como te los metieron la última vez que apareciste por aquí. Si no aprendiste de aquello y no interpretas las claves del partido que te están llevando al desastre, estás liquidado. Y eso fue a grandes rasgos lo que sucedió. Hay mucho que meditar.
El partido entre el Dortmund y el Atlético arrancó demente, con dos de esas ocasiones que se fallan en una entre cien. Primero Sabitzer a puerta vacía, con Oblak ya vencido, para que Azpilicueta se vistiera de héroe para sacarla debajo de la portería, tirándose al suelo.
No se lo creía el Westfalen Stadion, casi tanta incredulidad como la que albergó un minuto después, y hablamos de que apenas iban tres minutos de juego, cuando un balón prolongado dejaba solo a Morata ante Kobel. El español la picaba pero el balón salía fuera.
Había salido el Atlético más valiente de lo que se esperaba pero el Dortmund comenzó a acumular ocasiones. Primero Brandt con un potente tiro que Oblak repetía de puños, luego Adeyemi con un remate en escorzo en el área, que de nuevo detenía el esloveno. Era una buena noticia que el meta estuviese en su versión más de hombre de hielo, porque más allá la inicial de Morata, no había tenido ningún acercamiento interesante más en la primera media hora.
El Atlético había hecho su apuesta inicial a estar ordenado, dejar que el tiempo pasase, midiendo mucho sus subidas. Y claro, era un plan que estaba supeditado a que el Dortmund siguiese fallando. Una apuesta arriesgada de verdad como se vio poco después cuando Emre Can le daba un pase maestro a Brandt con el interior del pie. El internacional alemán, que ya había revolucionado a su equipo en la ida en el Metropolitano, disparaba con la izquierda, el balón se colaba por debajo de Oblak. La eliminatoria estaba igualada pero el Atlético no daba el paso adelante necesario, seguía contemporizando, haciendo cuentas.
Mal negocio de nuevo porque el Dortmund había encendido la maquinaria y en cinco minutos destaba la tormenta perfecta. En el 39′ Maatsen se resarcir del error que había cometido en Madrid para marcarse un ‘slalom’ entre jugadores del Atlético que se limitaban a mirar. Ni Llorente, ni Koke, ni Molina, ni Witsel... nadie paraba al neerlandés, que se sacaba un disparo con la zurda que se colaba por el palo izquierdo. 2-0 antes del descanso. Por primera vez en la eliminatoria, el Atlético no iba por delante y se había quedado sin ventaja alguna y sin opción de especular.
REVOLUCIÓN AL DESCANSO
Simeone le daba la vuelta al equipo en la segunda mitad. Entraban Barrios, Riquelme y Correa. Antes de saber ni siquiera si los cambios surtían efecto, el Atlético igualaba de nuevo la eliminatoria. Saque de esquina en el que se cruzaba Hermoso y Hummels, se la metía en propia puerta.
Estaba claro que era otro partido, otro Atlético. Sobre todo de la mano de un Correa, que se metía entre las piernas de las torres alemanas. Y así, en el 64′, una larguísima jugada con varios rechazos terminaba en la red de la mano del rosarino.
El Atlético no aprendía de sus errores y se echaba atrás, a especular de nuevo. Y el Dortmund, una apisonadora en su cada, volvía a enlazar cinco minutos de locura. Primero el ‘Panzer’ Fullkrug de cabeza a la escuadra. Acto seguido Sabitzer de disparo cruzado a la base del palo. 4-2 y la eliminatoria decidida porque al Atlético no le quedaban ni fuerzas ni recursos para volver a engancharse.
/Escrito por Chema Fuente para MundoDeportivo
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS