El Betis del Ingeniero Manuel Pellegrini duerme sexto tras ganar por 3-2 al Almería, descendido ya, con sufrimiento,. mucho sufrimiento. ¿Pero quién dijo que esto fuera fácil?
Se lo puso complicado el colista que dirige Pepe Mel, que perdió su primer encuentro a domicilio con el madrileño en el banquillo, pero el conjunto de Manuel Pellegrini aprovechó los regalos del rival para dar un paso importante hacia Europa y sube una posición para superar a una Real Sociedad que visita este lunes al Barcelona en Montjüic.
El Betis entró en el partido con el objetivo claro de abrir el marcador para encarrilar pronto el encuentro. Dominó y encontró el premio con un remate de Fornals dentro del área tras un pase de Isco que Chumi despejó mal y rebotó en Willian José.
El cuadro verdiblanco dominaba el partido controlaba la pelota ante un Almería que pisaba poco el área rival y en un error de Édgar, que trata de controlar con la planta del pie en vez de con el interior, deja el balón franco para Isco, que sólo tuvo que rematar a placer ante Maximiano para hacer el 2-0 y poner el choque muy de cara.
Sin embargo el Betis se relajó y Baptistao, justo antes del descanso, redujo distancias con un derechazo a la media vuelta que tocó en Chadi Riad y despistó a Rui Silva. Sensaciones agridulces al final del primer tiempo.
Salió activo el equipo heliopolitano para sentenciar, ante un Almería que pisaba más campo contrario y lo intentaba de lejos. Pero llegó el 3-1 en otro error de la zaga visitante, esta vez con Maximiano dándole la pelota de espalda a Chumi, que perdió ante la presión de un Isco que cedió el balón a Ayoze, que de un derechazo a la escuadra hizo el 3-1.
Pero sin tiempo para disfrutar de la renta Luka Romero, con la validación del VAR, hizo el 3-2 para poner otra vez el partido en un pañuelo adelantándose a Miranda en un centro desde la izquierda. El primer remate dio en el palo y después remachó para darle emoción a un partido en el que el Betis, a la contra, no pudo sentenciar y acabó sufriendo para ganar y hacerse con la sexta plaza, pero nadie dijo que esto fuera fácil.
/DiarioSevilla
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