Derrotaron (1-0) a la Fiorentina tras un gol de El Kaabi en la prórroga
Lo volvió a hacer José Luis Mendilibar. Tras la Europa League del pasado curso con el Sevilla, el de Zaldívar repite título europeo. En el campo del AEK se impuso a la Fiorentina (1-0) con un gol de El Kaabi en el minuto 116 de la prórroga. El primer trofeo europeo de Olympiacos en toda su historia… en el primer año de ‘Mendi’ al frente de los del Pireo. Una temporada en la que el equipo juvenil también ganó la UEFA Youth League… ante otro equipo italiano: el Milan. La Fiorentina, otra vez, pierde la final de la Conference.
Y es que un año después, la Fiorentina volvía a la carga en la Conference League. Perdieron ante el West Ham el pasado curso y querían redimirse. Pero delante tenían a un Olympiacos de Mendilibar que, en casa, en Atenas, querían subir al Olimpo.
Los griegos empezaron mejor. La primera fue de un Podence que brilló en el sector izquierdo del ataque de Olympiacos. Pero rápidamente, y como es habitual en los toscanos, la Fiorentina se hizo con la pelota, bajo el ritmo al encuentro y empezó a dominar.
Pero falló demasiado. Perdonó. Kouamé brillaba en un costado, Nico González (la estrella de la Fiorentina) fallaba en el otro. A Milenkovic le anularon un gol por fuera de juego y el joven Konstantinos Tzolakis (de 21 años) brillaba en la meta local.
Las más claras fueron para el veterano Giacomo Bonaventura, pero perdió en las dos que tuvo ante Tzolakis. Y la realidad es que todo se diluyó tras unos primeros grandes 20 minutos. El encuentro se volvió granítico, plomizo, bastante espeso y con pocas ocasiones.
Retsos, que se volvió un baluarte tras un gran golpe con Belotti que casi lo noquea, brilló en el estadio de AEK y evitó cualquier acercamiento de la Fiorentina. Los ‘Viola’, eso sí, tuvieron una ocasión muy buena en los pies de un Kouamé que remató en semi-fallo y, aun así, obligó a Tzolakis a realizar un paradón. Olympiacos metió miedo a la Fiore con dos centros laterales. Pero el balón no entraba. Y nos íbamos a la prórroga.
Los penaltis parecían inevitables. Terracciano sacaba una mano abajo para frenar a Jovetic (que había pedido mano de un defensor y penalti previamente), Tzolakis hacía lo propio para salvar ante Ikoné. Sin embargo,a cinco del final, en una acción algo extraña porque la Fiorentina se quedó dormida en defensa, El Kaabi remató un precioso centro de Horta y anotó de cabeza. Era el 1-0 y se caía Atenas. Pero quedaron tres largos minutos de incertidumbre por un posible fuera de juego… hasta que Soares dijo que el gol valía. Y rugió la parte roja del OPAP Arena. Eran campeones.
/Marca
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