Camilo Moya había anotado sólo dos goles en toda su carrera. En este partido hizo tres y de sus pies salió el cuarto gol. Una noche soñada para concluir la primera rueda celeste
Todo comenzó mal para Cobreloa.
A los 9 minutos ya estaba perdiendo. Camilo Moya, uno que no es muy habitue a tutearse con la red (en toda su carrera llevaba dos goles, el último lo había marcado el año 2021 en un triunfo de Universidad de Chile sobre Unión Española) sacó un bombazo inatajable desde fuera del área y la clavó en un rincón imposible para Avellaneda.
Y a los 16 minutos ya estaba con un jugador menos en cancha. Tarjeta Roja para Christian Bravo en Cobreloa por falta sobre Martín Sarrafiore. Una falta absurda, porque en una pelota disputada sobre un costa y en mitad de campo el loino le pegó arteramente lo que en el colegio conocíamos como «cachamal». El árbitro Nicolás Gamboa fue a ver el VAR y no dudó: afuera.
Lo peor para los naranjas es que Camilo Moya dijo aquello de que «no hay primera sin segunda» y desde los 12 pasós engañó a Avellaneda. Insólito: en un tiempo el volante de O´Higgins marcó la misma cantidad de goles que en toda su carrera.
Ah, el penal estuvo bien cobrado por Gamboa. Es cierto que García no vio que venía Calderón a su espalda y por lo mismo al intentar despejar la pelota le dio de lleno al jugador rancagüino. Hubo golpe, clarísimo. Con o sin intención, da lo mismo
Poco antes, Monroy había tenido el empate. Entró destapado en un pelotazo largo. Enfrentó la salida de Peranic y quiso sacárselo con una finta larga. El arquero alcanzó, desde el suelo, a tocarle apenas la pelota, pero lo suficiente para que el delantero local no pudiera darle bien y terminara cayendo al suelo mientras»la caprichosa» salía dando botecios por la raya de fondo.
Comenzando el segundo tiempo, parecía que la Diosa Fortuna se apiadaba de Cobreloa.Porque una muy fuerte entrada de Esteban Calderón y otra vez previa consulta al Var, Gamboa expulsó al delantero de O´Higgins.
Por lo menos, restando prácticamente todo el segundo tiempo al menos en cancha estaban 10 contra 10.
El problema es que uno de los «10» de O´Higgins era Camilo Moya, que estaba decidido a vivir su gran noche. Fue así como solamente un par de minutos despúes de la tarjeta roja a Calderón, el blondo volante aprovechó un mal rechazo de una defensa minero y volvió a probar de distancia. Esta vez con menos potencia, pero con igual dirección, para derrotar a Avellaneda y completar su inédito hat trick.
Para no creerlo: más goles en una noche que en toda su campaña como profesional.
No contento con eso, en el minuto 68, apareció el Camilo Moya talentoso para meter un pase al vacío para la subida de Antonio Diaz. Centro bajo del zurdo y Octavio Bianchi, que acaba de ingresar a la cancha, se barrió para mandar la pelota a la red.
Y para aumentar la nefasta cantidad de goles recibidas por Cobreloa en el campeonato: nada menos que 37 veces ha caído sólo en una rueda la valla de los naranjas.
Como para que Dalcio Giovagnoli piense…donde me vine a meter
4-0, goleada de O´Higgins que lleva siete partidos sin ganar, jornada inolvidable para el volante formado en Universidad de Chile que se quedó con pelota y todos los aplausos.
Literalmente, esta noche en Calama…¡PAGÓ MOYA!
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: twitter Cobreloa y O´Higgins
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