Ambas selecciones clasificaron a octavos y Países Bajos lo hará como uno de los mejores terceros. Polonia y Lewandowski eliminados
Así concluyó el Grupo D, que fue uno de los que ofreció los mejores partidos de la Eurocopa.
AUSTRIA 3 PAÍSES BAJOS 2
El día en que se cumplen 36 años de su histórica victoria en la Eurocopa disputada también en Alemania con un gol de Gullit y otro antológico de Van Basten, la selección de Países Bajos se ha dado de bruces con su actual realidad, muy lejana de la que durante décadas mostró la Naranja Mecánica. El combinado nacional que dirige Ronald Koeman, campeón en aquella edición del torneo cuya final se disputó en el Olímpico de Munich, ha visto cómo se le complican las cosas tras caer derrotado por 2-3 ante una Austria que ha confirmado las buenas sensaciones que había dejado en las primeras jornadas.
Hasta en tres ocasiones han sido capaces de deshacer el empate los de Rangnick, que han sorprendido a todos terminando como primeros clasificados del Grupo D y complicándole la vida a Francia, que irá junto a Alemania, España y Portugal por el lado alto del cuadro, y puede que también a Países Bajos, que a falta de definir su rival, pasará a octavos de final como una de las mejores terceras y tendrá que enfrentarse a un campeón de grupo en el primer cruce de las rondas eliminatorias.
FRANCIA POLONIA
Francia se condenó a un calvario por su talante conservador. Tiró casi toda la primera parte, sólo estimulada por los chispazos de un Mbappé muy por encima de su equipo pese a la máscara. Kylian rompió el bloqueo francés ante la portería contraria de penalti en la segunda parte, pero la respuesta de Lewandowski, en un error de Upamecano, lleva a los galos al lado más complicado del cuadro. El de Alemania. El de España. Agárrense que vienen curvas.
A Deschamps le sacuden en su país por el pobre nivel de juego, con razón. Tal vez por ello agitó el equipo, no sin polémica. Prefirió apostar por Kanté como interior para mantener su muro central y sacrificó a Antonie Griezmann, su futbolista más creativo, así que se podía sospechar lo que estaba por ocurrir. Todo se reducía a trasladar la pelota a los puntas, especialmente Mbappé, para que inventaran algo. Y como son tan buenos, le pudo salir bien. Pero jugar, lo que se dice jugar, Francia jugó entre poco y nada.
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