Con goles de Maxi Guerrero, Leandro Fernández y Cristian Palacios (2), el puntero del campeonato se impuso con comodidad ante el local en el estadio El Teniente
El planteamiento de Universidad de Chile fue muy claro desde un comienzo: contando con un debutante absoluto como el argentino Fabricio Formiliano en defensa y a sabiendas que con la presencia de Marcelo Diaz y Charles Aránguiz tiene mucho fútbol, pero poca marca en medio campo, Gustavo Álvarez optó por dejar que O´Higgins se viniera y aprovechando la buena tenencia de pelota y la velocidad de sus atacantes, llegarle de contra a los locales.
Y O´Higgins cayó en la trampa. Porque al verse con campo a su favor adelantó sus líneas y dejó muchos espacios en su línea defensiva.
Es verdad que los celestes pudieron abrir en el marcador en un gran jugada de Brian Rabello y en enredo provocado por el colombiano Zapata. En ambas ocasiones, como en todo el primer tiempo, respondió muy bien Castellón.
Pero, por el contrario, los atacantes de la U tuvieron mucho espacio por delante para llegar con peligro al arco del joven Diego Carreño.
Dos muy claras desperdició el Chorri Palacios y entrando, casi con calco y por el mismo sector, Maximiliano Guerrero si que estuvo acetado para aprovechar en el minuto 24´una excelente habilitación de Fernández y poner el 1-0 para los azules.
Al irse al descanso ambos equipos era evidente la satisfacción de la gente de Universidad de Chile, porque el planteamiento les estaba dando pleno resultado. Por el contrario, notoria inconformidad en los rancaguinos. Habían tenido más la pelota, habían jugado gran parte del partido en campo contrario, habían hecho trabajar a Gabriel Castellón. Pero las manos seguían vacías.
Mientras el resto de los jugadores se iban a descansar, se quedaron trabajando en cancha Camilo Moya y Diego Buonanotte, símbolo inequívoco de que el profesor Victor Fuentes pensaba hacer modificaciones en el segundo tiempo
Pasaron 15 minutos antes que se concretaran los cambios en O´Higgins: salieron de la cancha Yerko Leiva y Yorman Zapata.
En ese cuarto de hora pasó poco y nada. Porque O´Higgins no sólo cambió jugadores, sino que también esquema. Convencido que no podía seguir atacando y dejando tanto espacio para la contra, el técnico celeste obviamente siguió presionando en la búsqueda del empate, pero su línea de cuatro se mantuvo inalterable en su campo para evitar que le siguieran haciendo tanto daño en las contras.
Y ojo que Universidad de Chile comenzó a tener problemas. Especialmente porque con el toque profundo de Buonanotte comenzaron a aparecer los punteros, especialmente Tapia para complicar a la defensa azul y comenzar a convertir a Castellón en figura.
Sin embargo, cuando parecía más cerca el empate llegó el segundo gol de la U. Por primera vez en el segundo tiempo se proujo un espacio en la defensa de O´Higgins y por la derecha arrancó con mucho campo a su favor el Chorri Palacios. Llegando al área levantó la vista y vio que por la izquierda atroppelaba Leandro Fernández. El pase fue preciso y el argentino levanto la red del arco de Carreño con un violento zurdazo.
Se repitió la tónica de todo el partido en los minutos finales: O´Higgins tenía la pelota, se acercaba alarco de Castellón, pero cada llegada en contra de Universidad de Chile dejaban siempre la sensación de gol.
Tanto es así, que la cuenta subió a cuatro con dos goles del Chorri Palacios, que de asistencte pasó a definidor.
El primero de ellos un golazo, porque conectó de volea y con una suerte de medio tijera un centro de Hormazábal y fusiló al arquero Carreño.
Y el segundo, culminando una gran jugada colectiva con participación final de Leandro Fernández que le cedió el gol en bandeja al nacionalizado delantero de Universidad de Chile.
Sintiendo los puntos ya más que asegurados, Gustavo Álvarez le dio minutos a un par de jugadores que parecían fuera del plantel, Emmanuel Ojeda y Nicolás Guerra. Junto a ellos entraron también Lucas Assadi y el «Tucu» Sepúlveda.
Entre los que salieron, destacar la presencia de Fabricio Formiliano (de un debut más que aceptable, ya que prácticamente se bajó del avión y tuvo que jugar por la suspensión de Franco Calderón) y de Charles Aránguiz (que jugó 80 minutos, se vio muy bien físicamente y conformó junto a su compañero de siempre, Marcelo Diaz, una dupla que difícilmente pierda la pelota cuando la recupera para los azules).
En resumen, Universidad de Chile fue hasta Rancagua con la sensación que podía tener un partido difícil y regresa a Santiago con la convicción de haber tenido una tarde tranquila y tras haber recuperado esa solidez en defensa y contundencia en ataque que por un momento pareció extraviada y que ahora afloró en plenitud para confirmarlos en el liderato de la Tabla.
Deja en El Teniente a un equipo confundido. Porque O´Higgins por momentos pareció que merecía mejor suerte, peroque termina siendo goleado sin compasión por 4-0. Atención, que si todavía los celestes tiene 23 puntos, lo que les da un colchón con respecto a los colistas, pero cuidado que la distancia para nada es irremontable
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: twitter O´Higgins y Universidad de Chile. Videos: TNT Sports
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