El ‘9’ volvió a marcar – ya suma 64 goles en 67 partidos de Premier – y el pivote croata ‘cerró’ el partido con un zapatazo en los minutos finales en Stamford Bridge (0-2)
Los Chelsea – Manchester City nos tienen muy bien acostumbrados. Ritmo frenético y mucha, mucha, emoción. Si no que se lo digan al aficionado ‘blue’ y al ‘skyblue’ que vivió en primera persona en Stamford Bridge el 4-4 del pasado 12 de noviembre de 2023. En esta ocasión, tantos goles no hubo, pero volvió a reinar la intensidad en el centro de Londres.
Antes de entrar en materia, sin embargo, la incomprensible y caótica situación del Chelsea piden a gritos algo de protagonismo. Para empezar, 22 de los 42 futbolistas de la plantilla se quedaron fuera de la convocatoria. Destacan por encima del resto los nombres de Disasi, Reece James, Petrovic, Sterling o Chukwuemeka, quiénes sí contaron para Pochettino el curso pasado. Sí que entró en la lista Marc Guiu, a quien le tocaría esperar su turno desde el banquillo, como a Madueke, Mudryk o el flamante último fichaje, Pedro Neto.
Por lo que respecta al partido, sucedió lo que se veía venir. El Manchester City iba a llevar la voz cantante mediante su dominio en la posesión del balón y el Chelsea planeaba esperar su oportunidad en las transiciones. Y así fue.
A priori, Maresca – apodado ‘The fake Pep’ por la prensa inglesa – sacó un once interesante. Apostó por Robert Sánchez bajo palos, por Fofana–Colwill como pareja de centrales o por el tridente Palmer-Jackson-Nkunku. Pep, por su parte, prefirió dar descanso a Stones, Foden, Walker y Aké. Ante la ausencia de Rodri, colocó a Kovacic en el pivote. Y, Savinho, único fichaje del curso, también partió de inicio.
Los primeros avisos se los apuntaron los chicos de Mánchester, con Doku o Bernardo como protagonistas. Pero, ¿quién materializó el primer gol del City en esta Premier 24/25? Pues el de siempre: Erling Braut Haaland. Doku trazó la diagonal para que un toquecito de Bernardo dejara solo al noruego.
Aunque se lió en exceso, se sacó de encima a Colwill y Cucurella para ‘picarla’ por encima de Robert Sánchez. Con este, 64 goles en 67 partidos de Premier para él. Y se dice pronto.
Savinho y Doku fueron dos puñales. Su aceleración, desborde y descaro puso en muchos problemas a la zaga ‘blue’. El belga se sacó un zapatazo que obligó a Robert a estirarse y negarle el gol. Y fue el más incisivo en la segunda mitad, con sus conducciones infinitas y sus regates de fantasía.
Y el ex del Girona, pese a caer lesionado al borde del descanso, fue el mejor jugador ‘skyblue’ de la primera mitad. Fue el que más ocasiones generó (3) y el que más regates completó (3). Ya en la reanudación entró Phil Foden en su lugar.
Al Chelsea le costó ‘enchufarse’ al duelo tras encajar, pero logró aproximarse a la portería que defiende un Ederson algo blando en varias acciones. Un disparo de Enzo terminó bloqueado, Jackson marcó – en fuera de juego -, Neto estuvo a punto de ‘mojar’ – pero se la quitó un excelso Lewis-, incluso se sacó el senegalés un remate acrobático bien repelido por los reflejos del guardameta brasileño… pero nada.
Todas las acciones tuvieron algo en común: una mala toma de decisiones en el último pase o en el propio disparo.
A los ‘blues’ les faltó muchísima clarividencia. Nicolas Jackson se hizo un lío en incontables ocasiones y, finalmente fue relegado al banquillo. Ingresó MarcGuiu, que poco pudo hacer en su debut en la Premier League.
Los de Pep buscaban matar el partido y pudieron hacerlo gracias a un goleador bastante inesperado. Mateo Kovacic, con una de sus conducciones características, en este caso sin oposición alguna, culminó la jugada con un latigazo directo al costado derecho de un Robert Sánchez que rozó el balón, pero no pudo evitar el tanto.
El Manchester City quiere otra Premier. Sin brillar en exceso, pasó por encima de un Chelsea que tratará de pelear por los puestos de Champions. Pep Guardiola quiere la quinta consecutiva.
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