La Roja tuvo une excelente primer tiempo, donde perfectamente pudo haber anotado. Sin embargo, en la segunda etapa Perú creció y nos ganó con un gol nacido con una grosero error de Junior Fernandes. Ahora obligados a ganar a Uruguay.
por Christian Ayala Rojas
cayala@todofutbol.cl
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Pero eso no alcanzó, porque en la segunda etapa eso desapareció principalmente porque Perú salió con otra actitud y con modificaciones que le cambiaron el tablero de ajedrez a nuestra selección y que no fue capaz de resolver. Lo malo, es que la derrota que llegó en los últimos minutos dejó a Chile todavía fuera de los lugares de clasificación y con la obligación tremenda de ganar el próximo martes a Uruguay.
QUE LINDO FUE VER DE NUEVO ASÍ A CHILE
Había mucha expectativa por ver la actitud de Chile en la cancha de Lima. El partido se avizoraba como un duelo muy complicado y se esperaba a un Perú muy agresivo obligado a buscar la victoria desde el primer minuto. De hecho se esperaba que Chile tomará alguna precaución defensiva y aguantará los primeros minutos el torbellino del Rimac.
Pero Chile , este Chile, recuperó el alma, recuperó el honor y el hambre por salir al frente y salir siempre a ganar. Sampaoli logró entregarle su filosofía a los jugadores y estos entendieron perfectamente lo que estaba en juego esta noche en Lima.
Volvió la presión en todos los sectores de la cancha y la agresividad que se había perdido con Borghi volvió a brillar con todas sus luces, y eso realmente hizo el cambio. Chile sorprendió a Perú con su pressing y eso complicó en demasía al cuadro local que a pesar de salir a buscar el arco del Bravo, nunca pudo encontrarlo gracias al excelente trabajo de recuperación de Chile, con niveles brillantes de algunos jugadores como Carmona, Medel y José Rojas, entre otros.
Y pasando los minutos y luego que Chile logró mostrar su hidalguía en el campo de juego, comenzó a mostrar la otra parte, la de jugar a la pelota y que eso lo hacen muy bien nuestros jugadores cuando andan echufados. Así Chile empezó a llegar a la portería peruana y con bastante claridad, de hecho en la primera etapa sólo faltó el gol de los nacionales que realmente a nadie le hubiera extrañado.
Y ocasiones tuvo de sobra, de hecho una de las más claras fue a los 8’ cundo Sánchez dejó sólo a Isla y este se sacó de encima al meta Fernández que lo bajó con un manotazo…un penal que vio todo Sudamérica, pero menos el árbitro Diego Abal, el argentino. Todos los chilenos le reclamaron airadamente, pero ya no había vuelta atrás.
De todas maneras eso no amedrantó a los nacionales que siguieron haciendo su papel y siguieron buscando el gol. Lo más claro un cabezazo de Marco González que prácticamente sacaron de la línea.
Con esa actitud Chile se fue al descanso, esperando solamente que en la segunda etapa llegara el ansiado y merecido gol.
LA DISPLICENCIA DE JUNIOR NOS COSTÓ MUY CARO
En la segunda etapa, la cosa cambió diametralmente. Y es que Perú salió con otra intensidad especialmente gracias al ingreso de Mariño que le dio mucho más profundidad al juego incaico.
Así los peruanos comenzaron a jugar mejor y a meter a Chile en territorio propio. Con eso comenzó a asomar la enorme figura de Claudio Bravo que en más de una ocasión evitó el grito de gol peruano con tapadas sencillamente notables, por lo menos en cinco ocasiones.
Quizás la más clara fueron un remate de Pizarro que Bravo tapó con una contención notable y luego una llegada de Reyna que Claudio Bravo se jugó el pellejo para ir al suelo jugándose la vida.
Chile en todo caso, también tuvo un par de ocasiones. La más recordada sin duda será un remate de Castillo que tuvo como respuesta una soberbia atajada del meta Fernández que también tuvo un notable respuesta ante un remate anterior de Vargas que entró por derecha y definió cruzado.
El partido estaba abierto de ida y vuelta, pero con perú jugando mejor y llegando con mayor peligro. Hasta que llegó el minuto 86 y vino un error garrafal e irresponsable de Junior Fernandes que trató de jugar indvidual en el mediocampo, sin sentido y sin pensar mucho, porque trató de pasar entre dos peruanos que obviamente le quitaron la pelota y dejó muy mal parada a la defensa chilena la que se vio sorprendida con un pase en profundidad a Jefferson Farfán que sacó un remate de primera que contuvo a medias Bravo, con tan mala fortuna que le quedó al propio delantero peruano y que en esa segunda ocasión definió con mucha clase girando a su izquierda para sacar un remate que encontró el gol.
Y a esa altura no había mucho más que hacer. Ese gol fue como una daga ardiente que liquidaba cualquier esperanza y que terminaba marcando una derrota dolorosa y que nos deja muy mal parado en las clasificatorias sudamericanas. Y para peor en los descuentos Alexis Sánchez recibió tarjeta amarilla lo que lo deja fuera del próximo partido, el duelo ante Uruguay acá en Santiago y que ahora, con mayor razón, es obligación ganar.
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