Y no fue tan fácil como se esperaba en la previa. Chile no hizo un buen partido, pero aprovechando un buen primer tiempo marcó diferencias con goles de Vargas y Sánchez. Un triunfo que nos deja muy cerca de Brasil 2014.
por Christian Ayala R.
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Sánchez grita con todo su reencuentro con el gol en La Roja. Chile se acerca al Mundial.
SANTIAGO.- Hoy el objetivo principal era ganar, aunque de paso se esperaba que el equipo nacional se paseara frente a un selección boliviana que venía con el antecedente de ir último en la tabla. De hecho, el ambiente pre partido inclu´pia un aire de triunfalismo, donde la idea de una goleada no
Con dos defensores marcados inició Chile el partido, dejando claro la intención netamente ofensiva que pretendía Samapoli imprimir en sus dirigidos.
Y así nomás fue, porque del primer minuto Chile salió a matar y acabar rápidamente con la resistencia boliviana y de inmediato quedó claro que el gran maestro de la orquesta chilena sería David Pizarro, de hecho su reencuentro con la camiseta nacional no podía ser menos espectacular, porque la primera pelota que tocó el fantasista fue un pase de taco. Es más, casi todas las pelotas pasaban por sus pies y sus compañeros más connotados, como Vidal y Sánchez, lo buscaban siempre para darle la bola, tanto así que la primera jugada de gol partió de sus pies tras una vistosa jugada en el mediocampo donde eludió a un par de bolivianos, abrió para la derecha para que Vidal sacara un centro que cabeceó sin dirección Vargas.
Bolivia muy bien parada atrás, dejando sólo a Martins en ofensiva y el resto de los verdes como obreros tratando de corretear a cualquiera que vistiera una camiseta roja. Así obviamente costó entrar en los primeros minutos, aunque Chile trató muchísimo por el sector izquierdo donde se juntaban Mena, Vidal y Sánchez, pero el delantero del Barcelona no lograba desequilibrar en el uno a uno.
La primera llegada clara fue con un tiro libre ejecutado por Díaz desde el sector izquierdo que se colaba en el arco boliviano, pero el meta Galarce estuvo muy bien para evitar el gol, dejando en claro que esta noche tendría una jornada inspirada.
Después nuevamente Pizarro fue protagonista colocando un pase fenomenal de unos 30 metros para dejar sólo a Sánchez pero el Niño Maravilla no logró definir de la mejor forma y la pelota se fue por sobre el travesaño.
Pero en la siguiente carga cambiaría la historia, cuando en la milésima subida por la izquierda Mena sacó un centro, se equivocó en la Marca Raldes y eso le permitió a Vargas anticiparse y empalmar el balón sorprendiendo al meta boliviano que a pesar de reaccionar no pudo evitar el gol.
Y con eso comenzó la fiesta y por ende el baile, porque uno minuto más tarde llegó el segundo y hubiese sido un golazo de Vidal porque con muy poco ángulo sacó un remate de borde externo de fantasía, pero la bola dio en el travesaño y en el rebote apareció Alexis Sánchez, que apareció sólo, para de cabeza anotar el 2 a 0.
De ahí Chile se relajó, cuando debió haber matado y eso hizo que Bolivia comenzara a jugar algo, tanto así que a los 31 minutos Moreno Martins aprovechó un despiste de Pizarro, se la robó y en un dos con Mujica, Martins en el mano a mano definió muy bien con un tiro cruzado venciendo a Bravo. Un golpe duro, pero necesario castigo para un equipo que se estaba quedando dormido en los laureles.
Y ciertamente que fue un buen remezón, porque de inmediato Chile reaccionó y Vidal tuvo el tercero con una maniobra circense tras un pase de Pizarro y luego un tiro de Vargas que se fue por sobre el travesaño.
Tras cartón, otra vez Vidal casi cantó su gol con un tiro libre de casi 30 metros que obligó al meta visitante a mandarla con las uñas al córner. Y Vidal lo tuvo después tras un contragolpe liderado por Sánchez que la adelantó para que Vidal sacara un remate , pero nuevamente el portero Galarza evitó el gol mandando al córner por enésima vez.
Después fue el turno de Paredes que recibió un centro de Vargas y no pudo definir bien, porque una vez más Galarza se vestía de héroe y jugándose el pellejo evitó el gol otra vez mandando al córner, manteniendo el 2 a 1 con el que se irían al descanso con la deuda chilena de haber liquidado las innumerables ocasiones de gol que se creó.
NO FUE UN PASEO
En la segunda etapa, Chile siguió con los misos 11 que empezaron la brega, mientras que Azkargorta hizo dos cambios buscando tener una foración algo ás adelantada y eso algo le dio efecto en los primeros minutos, porque nuevamente Martins pudo anotar con una llegada por la derecha donde dejó a un par de chilenos en el camino y sacó un remate que pasó por poco desviado.
Chile no se encontraba en la cancha y si bien Bolivia no parecía un real peligro, de a poco la visita comenzaba a presionar y a forzar jugadas de riesgo aunque afortunadamente con muy poca claridad. Tanto así que Sampaoli se preocupó tanto que hizo un cambio poco habitual en él, sacó un delantero, Esteban Paredes, para el ingreso de un defensor, Gonzalo Jara, y así conformar una marcada línea de 3 centrales.
Con eso Chile comenzó a recuperar el protagonismo y tuvo Vargas el tercero en sus pies tras un centro de Mena, pero el delantero de Gremio le pegó con borde externo y la pelota se abrió levemente saliendo por poco desviado de la portería altiplánica.
La Roja se paró mejor, pero no lograba marcar diferencias principalmente porque en los últimos metros escaseaba la claridad metal y costaba muchísimo superar las numerosas piernas bolivianas. Como que todas las jugadas querían serán lindas, vistosas, casi jugadas de baby fútbol y en algunos momentos hasta un puntete hubiera sido más eficaz. Chile estaba confundido y se notaba en la cancha y el rival lo notaba, por lo que no renunciaba a buscar por intermedio de un contragolpe el gol del empate.
Afortunadamente, Bolivia es un equipo limitado que no tuvo con qué hacerle más daño a nuestra Selección, eso le permitió a Chile tener el partido controlado y con eso acercarse con peligro al arco boliviano, pero siempre con muy poca definición en los últimos metros, en lo parecía que sería una constante hasta el pitazo final.
Pero cuando el partido ya terminaba, apareció Arturo Vidal para anotar el gol de la tranquilidad y liquidar el partido con un gol de fantasía, pagando así una nueva cuota de la deuda que mantenía con la Selección.
Al final un triunfo 3 a 1 ante un Bolivia discreto pero que no fue presa tan fácil como se esperaba, en un resultado estrecho y que nos debe enseñar que lo que nos queda de camino al Mundial no es una autopista, sino un zizagueante camino polvoriento donde cada partido será una verdadera final y donde no nos podemos confiar, porque ya quedó claro que falta mucho aún para contar con un equipo regular.
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