El equipo «xeneize» lo hizo nuevamente: en el último minuto, un gol del uruguayo Santiago Silva le dio el empate como forastero ante Fluminense, lo necesario para meterse en semifinales de Copa Libertadores.
BRASIL.- Boca Juniors debe ser el equipo más copero que queda en competición en la Libertadores. Otra vez dio una muestra de aquello al empatar en el último minuto como visita ante Fluminense para clasificar a las semifinales del certamen continental y, de avanzar Universidad de Chile, sería el próximo rival del equipo de Julio César Falcioni.
Un pase fantástico de Juan Román Riquelme, de auténtico genio, dejó a Juan Sánchez Miño solo ante el portero del Fluminense y «Tanque» Silva hizo el gol tras un rechace del arquero, para poner a Boca en las semifinales y cobrar la revancha del 2008, cuando los brasileños privaron a los argentinos de la final.
El Fluminense había dominado todo el partido, monopolizó el juego y se puso en ventaja en el minuto 16 con un tiro libre de Thiago Carleto, pero el conjunto carioca no supo traducir su monólogo en ocasiones de gol, y cayó eliminado por el 1-0 de la ida, jugada la semana pasada en La Bombonera.
El Fluminense se envalentonó a partir del gol y se adueñó del control del balón, aunque Boca Juniors consiguió mantener a raya a los brasileños, que solo consiguieron tirar a puerta un par de veces más en el resto de la primera parte.
En los momentos de mayor acoso brasileño, a diez minutos del final, Orión despejó un buen tiro de Thiago Neves y, a continuación, Rafael Moura falló en el remate y perdió una ocasión única cuando estaba a dos metros de la portería.
Cuando el partido parecía abocado a los penaltis, Riquelme tuvo un momento de genialidad, encontró a Sánchez Miño con un pase largo y este remató por abajo. El guardameta Diego Cavallieri despejó y Silva aprovechó la oportunidad para elevar al Boca Juniors al cielo. Una vez más.
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