En el último mundial, 2010, Cristiano Ronaldo, Messi, nuestro Alexis Sánchez y otras grandes estrellas no estuvieron a la altura de las expectativas en torno a ellos, y que este fue uno de los más bajos mundiales en tanto y en cuanto a los rendimientos individuales de las grandes estrellas y la pregunta es y seguirá siendo por mucho tiempo una sola ¿por qué?.
Columna de Opinión de Víctor Sforzini, Investigador Deportivo
Los cables y las imágenes de los noticiarios nos vienen informando en el último tiempo de los vómitos de Messi camino a la cancha, y esto ha ido de la mano con un gran bajón en su rendimiento deportivo, graficamente, en algunos partidos, no ha gravitado, estando lejos de ser un aporte.
No nos olvidemos que un síntoma es una advertencia, ya sea desde el punto de vista órganico o psico-emocional que algo esta pasando, sistémicamente, en el ser humano que co-existe en este caso junto al deportista. Ahora ad portas del Mundial, debemos preguntarnos, ¿de que manera afectará este miedo al éxito a Messi ?; ¿cuántos jugadores que llegarán como las respectivas estrellas de sus países se afectarán por este problema?
Desde al mundial de 1998, se ha acentuado la opaca actuación de los jugadores facultados para deslumbrar en las justas mundialistas como antaño lo hicieran Pele, Garrincha, Maradona y otros, por lo que el mundo deportivo se inquieta, quiere saber qué sucede realmente con sus estrellas y las empresas se preocupan ya que quieren ver a sus astros triunfar pues invierten grandes sumas de dinero en ellos.
Encontramos atisbos de elucidaciones insinuadas apenas en los medios y en los “expertos” en el deporte “cuando se refieren a los nervios” para tratar de explicitar esta situación sin comprender lo que realmente se juega y que en el plano local tiene su símil con las explicaciones para el partido que eliminó a la U de la final soñada en la Libertadores. De hecho, Sabella se ha referido escuetamente a los nuevos vómitos de Messi antes del amistoso de la selección de Argentina, como producto de los nervios. El DT del seleccionado argentino, Alejandro Sabella, atribuyó a «un problema nervioso» los vómitos del astro Lionel Messi durante el partido amistoso jugado con Eslovenia (2-0) en La Plata como despedida para la disputa del Mundial Brasil 2014.
La razón hay que buscarla en los procesos psicológicos intrínsecos a la situación agonista junto a comprender los procesos a los que esta expuesto un deportista de primer nivel.
SINDROME RONALDO
El máximo referente en los mundiales, en todos los sentidos, es Ronaldo (poseedor del recórd de goleador máximo de los mundiales) quien desarrolló todos los síntomas de un ataque epiléptico que obligó al cuerpo médico de Brasil a sedarlo y sugerir su no participación en la final del día siguiente ante Francia.
Con este caso, que llamaremos el “Síndrome Ronaldo”, se empieza a escribir una nueva historia de las estrellas en los mundiales.
De acuerdo a lo que informó la prensa brasileña, el delantero se sintió mal la madrugada del domingo 12 de julio, y después del almuerzo sufrió dolores de cabeza y estómago, mareos, escalofríos y convulsiones que obligaron a llevarlo a un hospital a pocas horas de jugarse la final de Francia 98 que Brasil perdió 3-0 contra ese país, en el estadio Saint Dennis.
El propio jugador dio un dramático testimonio a la cadena O’Globo: “Me fui a dormir y luego tuve un ataque de convulsiones que duró unos 30 o 40 segundos. Luego desperté y me dolía todo el cuerpo, pero con el tiempo el dolor fue disminuyendo y pude relajarme un poco. Tuve un miedo terrible. Este relato es cocordante con un ataque de pánico, no uno epiléptico, este último produce amnesia y Ronaldo tiene recuerdo de lo que sucedió.
SUS COMPAÑEROS
Las escenas que relataron sus compañeros fueron más escalofriantes todavía. Al ver las convulsiones del chico que entonces tenía 21 años, Roberto Carlos, su compañero de habitación en el Chateau de la Grande Romaine, lugar de la concentración brasileña gritó: “¡Ronaldo se muere! Edmundo, Doriva, por favor, ¡Ronaldo se muere!”, llamando a sus compañeros del cuarto contiguo.
Roberto Carlos, más tarde contó con lujos de detalles las convulsiones, temblores y fuertes castañeteos de dientes que sufrió Ronaldo el sábado 11 de julio, en vísperas de la final. Incluso el lateral carioca agregó que el joven delantero: “…había tenido miedo de jugar la final y no podía dejar de llorar…”.
Edmundo, conocido como “El Animal”, quedó conmocionado con lo que vio. “Vi a Ronaldo en un estado tremendo. Muy pero muy impresionante. Hacía un ruido muy extraño, como de querer respirar y no poder.
César Sampaio comentó: “… Cada vez que le tocábamos la pelota a Ronaldo, o lo veíamos en el campo, temíamos por su vida. No podíamos dejar de tenerlo en la mente todo el tiempo. Era una sensación generalizada de pánico…”.
Goncéales declaró:“… Jugamos temiendo por su vida….”
Zé Carlos narraba: “… Creíamos que se iba a morir en el campo…”.
NIKE EL AUSPICIADOR
La firma Nike, desde sus oficinas en Washington abrieron sus paraguas y lanzaron un comunicado aclarando: “La final de la Copa de 1998 era el partido más importante de la vida de Ronaldo. El y Zagallo tomaron una decisión por su cuenta. Nike no tuvo ninguna influencia y jamás interfirió en la relación entre el entrenador y sus jugadores”.
LOS MÉDICOS
Milberto Scraff, neurólogo y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, dijo: “… Tuvo síntomas de una crisis convulsiva tónico-clónica generalizada.
– Trastornos paroxísticos, recurrentes, de la función cerebral, por excesiva excitación de las neuronas cerebrales. Crisis convulsivas caracterizadas con frecuencia de pérdida de la conciencia, pérdida del control del tono postural, seguida de una fase tónica y luego clónica. La crisis es seguida por un período de confusión y cansancio. La patogénesis de estos trastornos generalmente es desconocida, puede ser genética o multifactorial.
Una excesiva asociación entre convulsiones y epilepsia puede haber llevado a que un 30% de los diagnosticados como epilépticos y medicados por ello no sean sino padecedores de un ataque concreto debido a la ansiedad (según la revista Neurology en su número 13).
Yo no sé cómo lo hicieron jugar, esa fue una decisión de los médicos del plantel. Con treinta y tres años de experiencia puedo decir que a todos los pacientes con éste cuadro yo les doy reposo absoluto…”.
Acary Souza Bulle Oliveira, neurólogo y profesor de la Escuela Paulista de Medicina, afirmó: “… Fue un milagro que no tuviera una nueva convulsión en el campo de juego ante dos billones de televidentes. Ronaldo ingresó al campo en estado de somnolencia…”.
Alex Caetano de Barros, neurólogo y profesor de la Universidad Federal de Pernambuco, explicó: “… Fue muy grave que jugara, las veinticuatro horas posteriores a una convulsión son las más propicias para que se vuelva a manifestar el mal con riesgos inimaginables. Además, el médico Lidio Toledo le dio un Valium antes de entrar a la cancha…”.
ZICO
El coordinador técnico de la selección brasileña en aquella Copa, el ex jugador Zico, explicaba: “… Ronaldo estaba somnoliento, groggy. No estaba en condiciones de jugar…El problema del delantero justifica la actuación de Brasil. El equipo no jugó, no estuvo. Tener al mejor jugador corriendo un riesgo de vida seis horas antes del partido, y con todos los compañeros sabiendo del problema… Algunos estaban con los nervios a flor de piel, muy preocupados…”.
Al final, el que dio el visto bueno para que el astro juegue, fue el médico de la selección brasileña Lidio Toledo. “Se le hicieron todos los exámenes pero no se le detectó nada. La crisis fue desatada por el estrés emocional al que el jugador está sometido”, dijo.
Se dijo que Ronaldo padecía de epilepsia aunque hasta ahora no se ha conocido que tuviera otra crisis similar. El astro se cobró la revancha cuatro años después en Corea Japón 2002 y en Alemania 2006 se consolidó como el máximo anotador de la Copa del Mundo con 15 goles. Este caso nos demuestra lo devastador que puede ser para un atleta enfrentar tantas responsabilidades sin el apoyo y la ayuda necesaria.
MUNDIAL ALEMANIA 2006
Viajé al Mundial de Alemania 206 en mi calidad de investigador de los rendimientos deportivos para seguir la performance de las grandes posibles estrellas y en especial de Brasil , y me encontré con la opaca actuación de Ronaldinho, Kaká e incluso Ronaldo.
Hice un despacho para un diario vespertino de Santiago, donde acompañe una foto de Ronaldo con un abdomen bastante prominente y la pregunta llena de ironía de la revista alemana preguntándose ¿Ronaldo embarazado?
Todo este exceso daba cuenta de la angustia ya presente e instalada en la vida de Ronaldo que hasta el día de hoy le tiene con sobrepeso. Es sabido por todos que la relación angustia y gratificación oral la sufre a lo menos el 70% de los obesos del mundo.
En el último mundial, 2010, Cristiano Ronaldo, Messi, nuestro Alexis Sánchez y otras grandes estrellas no estuvieron a la altura de las expectativas en torno a ellos, y que este fue uno de los más bajos mundiales en tanto y en cuanto a los rendimientos individuales de las grandes estrellas y la pregunta es y seguirá siendo por mucho tiempo una sola: ¿por qué?
Como siempre algunos señalaran causas fisicas, largas temporadas y muchos partidos al año, sin embargo hasta los más recalcitrantes enemigos de la psicología deportiva tendrán que convenir que esa explicación no es suficiente.
NIKEFOBIA
Nikefobia: “ el deportista teme la responsabilidad ligada al éxito” angustia que se apodera del deportista una vez que ha alcanzado el alto rendimientoy bloquea la armonía psicomotriz. Sforzini 1977.
Por lo tanto, la respuesta la encontramos al ahondar en los actos inconscientes de los deportistas de alto rendimiento, y conflictos propios de la situación competitiva, que emanan desde ella misma, y llegamos a la NIKEFOBIA O MIEDO AL ÉXITO.
Es decir, sólo puede sufrir este conflicto, aquel deportista que ya ha llegado al éxito y ahora debe responder “ante si mismo y los demás” en forma permanente con un alto rendimiento, y asumir con su rendimiento el papel de super-héroe, de semi-dios con que el colectivo le ha investido. Esto es el comienzo del fin para muchos deportistas.
El deportista está sometido a tanta presión psicológica que llega un momento que el estrés agonístico le hace sucumbir ante sí mismo y ante el stress de la situación, Campeonato Mundial, Juegos Olímpicosy por secuencia lógica ante los rivales de turno por la presencia de este singular fenómeno que es la NIKEFOBIA, término que introduje por primera vez en el léxico deportivo nacional en el año 1977 para explicar los problemas de rendimiento y adaptación de Martín Vargas ante los campeonatos mundiales e incluso aplicable a algún momento de la carrera deportiva del gran Chino Ríos, quien en una conferencia de prensa en U.S.A. , ante la pregunta de un periodista quien le inquirió sobre mis dichos de que le faltaba superar el miedo al éxito, reconoció que lo estaba superando.
Es decir, ante y frente al éxito y la responsabilidad de tener que cumplir con las expectativas ajenas y propias, el deportista teme inconsciente o conscientemente la responsabilidad ligada al éxito, y cuando debe enfrentar una situación límite como es un mundial, se producen dos fenómenos tremendamente llamativos que aun no son del todo ponderados por los cuerpos técnicos, razón por la cual no trabajan este aspecto del rendimiento deportivo como corresponde, implicando pérdidas deportivas y económicas para los jugadores, cuerpos técnicos selecciones y/o clubes deportivos, que denomino:
a.-) regresión técnico-táctica bajo estrés
b.-) coactivación muscular.
La regresión técnico- táctica se manifiesta cuando el jugador debe ejecutar o finalizar una jugada, su rendimiento técnico decae a niveles inferiores y en casos dramáticos a niveles de aprendizaje primario, donde aún no se consolidaba en el deportista su exquisita relación con el implemento, en este caso, balón de futbol y que , solo frente al arco erre un gol o ejecute un penal decisivo deficientemente , con la resultante de que el público y los fanáticos se enojen, lo insulten, el periodismo le “caiga encima”.
Esto hace que resurja la tan recurrida frase de los relatores y comentaristas deportivos, “hizo lo más difícil, la tiró afuera”, ignorantes de que esta coactivación muscular es la responsable absoluta de la perdida de la sincronización psicomotora.
Todo esto, sin embargo, no es más que el efecto sobre su psiquis y su psicomotricidad de la tensión psicológica y la presión del éxito.
Por este motivo, cuando comentaba para el programa Colo Colo en el aire, la Copa América, hecho señalado entre otros por el diario la Época, anticipé que Sierra erraba el penal contra Perú, lo que aconteció efectivamente. Esta son las únicas razones por la que hemos visto y seguiremos viendo a las máximas estrellas fallar penales y pasar sin pena ni gloria en los últimos mundiales
Las frases un penal es una lotería o cualquiera puede fallar, se desdice con la efectividad que estos mismos jugadores muestran en entrenamientos o en penales no tan trascendentes, donde se lucen con su destreza y fineza técnica y que son comparables con los rendimientos de estudiantes en un examen, o ¿acaso vamos a desconocer la gran cantidad de fracasos académicos en la PSU y Exámenes de Grado, sobre todo en Derecho, por los motivos que están relacionados con nuestro análisis?
COACTIVACIÓN MUSCULAR
En la coactivacion muscular, el deportista pierde la sincronización mente cuerpo a partir de los efectos nocivos de su emocionalidad y sus movimientos se vuelven torpes, descoordinados, inciertos, impredecibles aún para el mismo y fuera de control, lo que le impide disponer de sus años de entrenamiento y de preparación, su automatización técnico táctica y nos entrega un rendimiento MUY POR DEBAJO DE SUS VERDADERAS POTENCIALIDADES. Nadie parece percatarse y valorar que es en realidad un deportista que se estrella una y otra vez con sus fantasmas
Un ejemplo actual lo podemos con un Dokovic errático en la final de Ronald Garros, con errores no forzados propios de un principiante ante a un Nadal sólido, seguro, agresivo.
Esta es la razón porque en los últimos mundiales, los jugadores jóvenes y los buenos jugadores, deslumbran y se llevan los aplausos y los premios, como es el caso de Forlán en el mundial anterior, en oposición a los mediocres rendimientos de los que tienen la obligación de rendir, “las estrellas”. Los primeros no tienen nada que perder, los segundos tienen mucho que perder y demasiada presión interna y externa ante la cual están sucumbiendo..
Esto ocurre no porque los jugadores de hoy sean más débiles que los de antaño, es que ahora la presión es inaguantable, es máxima, y la ayuda aún no llega en la forma justa y necesaria. Nunca tan pocos son y serán exigidos cruelmente por tantos, movidos por intereses económicos, por fanatismos raciales y sociales. Nuestros héroes no son dioses con los pies de barro, ¡SON HUMANOS!
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