Seguramente no fue el mejor partido de U. Católica en el campeonato. Pero, por el resultado, fue el más importante. Porque, después de la ratificación en el cargo a Falcioni, necesitaba ganar con urgencia. Y lo consiguió, con dos goles de José Luis Muñoz. Por eso, bajo la lluvia, dirigentes, cuerpo técnico, jugadores, e hinchas (salvo los tontitos de siempre) se fueron empapados…pero felices.
por Gerardo Ayala Pizarro
SANTIAGO.- Así, sin necesidad de pensar mucho, recuerdo dos partidos en que Universidad católica jugó mejor que lo que lo hizo hoy ante San Marcos de Arica: cuando goleó a Cobreloa y en la fecha pasada, cuando empató con O´Higgins, habiendo hecho méritos de sobra para quedarse con los tres puntos.
Sin embargo, ni aquellos, ni ningún otro encuentro disputado en esta temporada fueron más importantes que esta victoria obtenida bajo intensa lluvia en San Carlos de Apoquindo. Porque – tras haber sido ratificado en su cargo- Julio César Falcioni necesitaba con urgencia que su equipo ganara para responder a la confianza otorgada (tal vez un poco a la fuerza) por parte del ente directivo.
Y lo consiguió. Merecidamente, por cierto, por lo hecho en el segundo tiempo y por el oportunismo de Ribery Muñoz frente al arco ariqueño. En esta tarde, tan hostil, es lo único que importa. Había que ganar…y se ganó.
Claro, uno que tiene que hacer un análisis menos pasional, está obligado a señalar que la actuación de los cruzados no da precisamente para celebrar, porque no se jugó bien. Especialmente en el primer tiempo, donde San Marcos de Arica les complicó bastante la vida, con la movilidad de Harbottle y los desplazamientos ofensivo de Rentería. Incluso, si el venezolano anota ese gol que no pudo convertir estando en la boca del arco, la historia pudo haberse contado de otra manera.
Sin embargo, como el «Venado» no fue tan eficiente como José Luis Muñoz frente al pórtico, el marcador favoreció definitivamente a Universidad Católica. Aunque también puede argumentarse que en ambos goles puede objetarse el inicio de la jugada. En el primero, porque nace tras una pelota que recupera Cahais con evidente infracción sobre el propio Rentería. Y en el segundo, porque Álvarez volvía de posición adelantada para recibir la habilitación de Bottinelli.
A propósito de ambos, que también habían estado en el ojo del huracán a mediados de semana: en la cancha, al menos, parecieron no recordar para nada ese ingrato episodio. Se juntaron varias veces en paredes sobre el sector izquierdo de la defensa ariqueña (así salieron los dos goles de Muñoz) y hasta celebraron efusivamente cuando se produjo la apertura de la cuenta.
En lo futbolístico, la ratificación que Costanzo, pese a todo lo que se quiera polemizar al respecto, es un arquero que da seguridad y que se ganó el puesto con absoluta propiedad. Además, la confirmación que el chico Manzano es un gran proyecto de crack, un volante de corte que además juega muy bien al fútbol. En este partido, más allá de los goles de Muñoz, fue la figura de la cancha.
Esa fue la nota positiva.
La ingrata, la negativa, la aberrante, fue la forma descarada como unos individuos que estaban en la tribuna de honor dieron toda la idea de estar concertados con los barristas para provocar desorden. Porque fue demasiada coincidencia: un llamado telefónico a vista y paciencia del Propio Intendente Orrego, la detonación de las bombas de ruido y el inicio de las protestas en la tribuna.
Si se detiene a estos sujetos, si se somete a peritaje el teléfono y se llega al destinatario del llamado, se habrá dado un paso importante para desbaratar al menos a quienes van a provocar el caos a un estadio, el de San Carlos de Apoquindo.
Y quien no dice que, operando así, se puede llegar a desarticular otras asociaciones ilícitas, como los lugares de donde se abastecen de estas bombas de ruido, que por ley están prohibidas. Y no sólo en los estadios.
Estadio: San Carlos de Apoquindo
Hora: 15:30
Árbitro: Rafael Troncoso
Universidad Católica (2): Franco Costanzo; Cristián Álvarez (C), Erick Pulgar, Matías Cahais, Alfonso Parot; Fabián Manzano, Tomás Costa; Darío Bottinelli (95′ Claudio Sepúlveda); David Llanos (64′ Mark González), Mauro Óbolo, José Luis Muñoz. DT: Julio César Falcioni.
San Marcos de Arica (0): Pedro Carrizo (C); Augusto Barrios, Fernando Meza, Carlos Labrín; Pablo González (85′ Daniel Briceño), Miguel Coronado, Gabriel Sandoval, Claudio Jopia; Renato González (69′ Marco Ciani); Emilio Rentería, Kevin Harbottle (69′ Leonardo Ramos). DT: Fernando Díaz.
Goles: 1-0, 61′ José Luis Muñoz; 2-0, 66′ José Luis Muñoz
Expulsión: 97′ José Luis Muñoz (UC).
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS