Hoy, precisamente hoy 30 de mayo, pero hace cincuenta años atrás, se daba comienzo al Mundial de Chile 1962 que terminaría con el histórico tercer lugar para nuestro país. A continuación los hitos que marcaron esa época.
SANTIAGO.- Qué hasta el día de hoy se hable del tema, que todavía nos acordemos de la canción más popular de ese tiempo, habla, entre otras cosas por supuesto, de lo importante y significativo que fue el Mundial de Chile 1962. No sólo porque ha sido la única cita planetaria que ha organizado nuestro país, si no también por aquel histórico y aún inédito tercer lugar. El equipo adiestrado por el enorme Fernando Riera quedó (y quedará) marcado a fuego en nuestra retina futbolera.
Por eso es necesario realizarle un sentido y merecido homenaje a ese grupo de héroes justo cuando hoy, 30 de mayo, se dio inicio al Mundial en nuestro país. Todo comenzó con la disputa de cuatro partidos, uno de cada grupo, porque a diferencia de estos tiempos, para aquel Mundial sólo 16 selecciones eran las clasificadas para dirimir al nuevo campeón del mundo.
En Arica, hubo duelo sudamericano: Uruguay contra Colombia. En la sede de Viña del Mar se toparon el todopoderoso Brasil contra México; en Rancagua, Argentina se medía con Bulgaria y en la capital, Chile debutó ante Suiza. Sería un cómodo triunfo para La Roja por 3-1 con dos goles del gran Leonel Sánchez y otro de Jaime Ramírez. El próximo rival sería de otro peso: Italia.
EL COMBO DE LEONEL
La «Batalla de Santiago», como se denominó al duelo contra los tanos, estuvo marcado por la publicación de un medio de prensa italiano (Il Resto del Carlino) que terminó por exaltar los ánimos en nuestro país. La publicación habla pestes de Chile. Mire: «En vano los chilenos, como para consolar a los italianos, dicen que Santiago se parece a Turín. Y ello tal vez para tratar de hacer olvidar la realidad de esta capital, que es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria.».
Chile acalló las críticas del país europeo con una solvente victoria por 2-0 sobre los campeones del mundo con anotaciones de Jaime Ramírez y otra del extraordinario Jorge Toro. Del resultado, muy pocos se acordarán, porque lo que marcó el partido a fuego fue el tremendo puñete que Leonel Sánchez le puso defensa Mario David, después de intercambiar fuertes epítetos. ¿El resultado? Tarjeta roja para europeo y ninguna sanción para el goleador chileno. El augurio de algo bueno.
EL «CUCO» LEV YASHIN
El 6 de junio, Chile cerró su participación en la fase de grupos enfrentando a la poderosísima Alemania Federal. Los teutones se impusieron por 0-2, pero la Roja ya estaba clasificada a los cuartos de final del Mundial. Lo malo de esta caída es que para esa instancia, el equipo debía trasladarse a Arica. Y el rival sería temible: Unión Soviética, que venía de ganar la Eurocopa de 1960 y traía al mejor arquero del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos, si no el mejor: Lev Yashin, la mítica «Araña Negra».
La historia dirá que Chile, con mucho coraje y buen fútbol, se terminó imponiendo por 2-1 con anotaciones de Leonel Sánchez (11′) y Eladio Herrera (29′). Descontó Igor Chislenko (26′). Este partido vio nacer la inolvidable frase del periodista Julio Martínez Prádanos: «Justicia Divina». ¿Por qué? En el primer gol de Chile, el juez cobró tiro libre en la entrada del área cuando había sido un penal del porte de un buque. De todas formas, el gran Leonel clavó un zapatazo perfecto para el 1-0 y la Justicia Divina se hizo presente en el Carlos Dittborn. Chile a semifinales.
LA BESTIA NEGRA Y EL TERCER LUGAR
Brasil, siempre Brasil. El «Scratch» arruinó la fiesta de Chile. Ante 72 mil personas en un estadio Nacional hasta las banderas, el equipo de Fernando Riera no pudo ante el vigente campeón del mundo y cayó por 4-2 en un gran partido y donde La Roja, por largos pasajes, hizo ver muy mal al cuadro brasileño.
Chile marcó a través de Jorge Toro (42′) y Leonel Sánchez (61′). Pero las estocadas de Brasil fueron más profundas y doloras. Garrincha (9′ y 32′) y Vavá (47′ y 78′ ) decretaron el definitivo 4-2 con que Chile acababa con su sueño mundialista. Había que enfrentar a Yugoslavia, que en la otra semi cayó ante Checoslovaquia.
En la definición por el bronce, un 16 de junio, Chile derrotó a su símil europeo con un tanto de Eladio Rojas en los descuentos. Chile lograría algo que hasta la fecha, no volvería a conseguiría: el podio en una cita mundialera.
Además, Leonel Sánchez, con cuatro goles, se transformó en el goleador del Mundial, hito que consiguió junto al húngaro Florián Albert, el soviético Valentín Ivanov, el yugoslavo Drazan Jerkovic y los brasileños Vavá y Garrincha.
Pasaron los años y teniendo muy buenos equipos, Chile jamás lograría este hito, que a nivel de Selección, sigue siendo el más recordado y bien valía homenajearlo en un día como hoy.
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