Un equipo al que trataron de viejo y jugadores a los que catalogaron hasta de mercenarios porque supuestamente sólo venían a acabar sus carreras ganando sueldo millonarios. Se burlaron bastante y pocos daban crédito a un equipo «de tatitas» que comenzó dándoles la razón por sus malos resultados iniciales, pero que al poco andar demostró lo importante que es la experiencia y la suma de calidad futbolística.
Opinión de Christian Ayala R.
cayala@todofutbol.cl
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Sin embargo, y a pesar de las explicaciones de Tapia, estoy absolutamente seguro que esas críticas tienen que haber herido el orgullo de varios de los jugadores albos. Y no es para menos, porque de por sí la profesión de los futbolistas es tan extraña que sí ya llegas al umbral de los 30 años estás a un paso de la jubilación. Es decir están terminando con su etapa productiva cuando la gran mayoría recién está comenzando a afiatarse en sus trabajos.
Pero siempre sentí que era una gran falta de respeto tratar así al equipo albo. Principalmente por Humberto Suazo, a quien muchos dieron por acabado, sin ni siquiera tener en consideración todo lo que le ha entregado al fútbol chileno, tanto en su anterior paso por Colo Colo y en la Selección y aún es más, en México todavía estaba jugando a un muy buen nivel, tanto así que los hinchas del Monterrey le dieron una emotiva despedida en su último partido que de seguro nadie podrá olvidar.
Seguramente UD amigo lector me dirá que Suazo es precisamente el que menos ha cumplido como refuerzo, pero también en defensa del Chupete hay que señalar que está ahora jugando en una función mucho más grupal que individual, tomando a ratos el mediocampo albo y cumpliendo más una función de «10» que de goleador de área. Yo la verdad es que lo extraño más cerca del área, tal como lo hizo este sábado en el duelo ante la «U» donde se convirtió en un gran dolor de cabeza para los defensores azules, principalmente en la primera etapa.
Agreguemos a Valdés y Paredes en este trío de «vejestorios». ¿Ud si fuera técnico no les gustaría tenerlos en su equipo?. Valdés es un jugador que en lo personal nunca fue de mis preferidos, pero reconozco toda su clase, lo que a mi juicio le bajaba sus bonos es su personalidad tímida y retraída que le quita presencia en la cancha. Sin embargo en esta etapa con Colo Colo, cada vez se nota más que eso lo ha ido mejorando, está con confianza y por su calidad se ha convertido en un jugador fundamental y de a poco se va dando cuenta que tiene todo para ser un referente.
Lo de Paredes es capítulo aparte. Un goleador de raza que a esta altura ya se metió en la galería de grandes ídolos del Cacique. Y lo mejor de todo, es que a pesar de su edad, se nota que todavía tiene mucho por entregar y de seguro el futuro le tiene preparado muchos éxitos más con la camiseta alba, lo que hará que su leyenda se engrandezca aún más.
A ellos sólo quiero agregar a Justo Villar, que con su edad y trayectoria le ha aportado muchísimo al equipo, comprobando una vez más que a pesar de lo que muchos piensan, la experiencia en el fútbol todavía es algo que marca diferencias y que no todo es correr como correcaminos y hacer lujitos de PlayStation.
Este Colo Colo ha reivindicado a los viejos, a los que a los 30 años ya los están mandando al retiro y a colgar los botines. Ha reivindicado también a los que creemos que un equipo de fútbol es como cualquier grupo de trabajo humano, donde la sapiencia debe ser reconocida y respetada y de la que los más jóvenes deben respetar y aprender. O usted se olvida por ejemplo que el Colo Colo del 91 se coronó campeón precisamente por esa mezcla entre madurez y juventud, porque por ejemplo el Pato Yáñez llegó del extranjero y después de un paso por la «U» donde todos lo catalogaban ya como un paquete cuando llegó al Cacique.
Para finalizar me voy a quedar con la humildad de Juan Delgado, el joven ariete colocolino, que esta temporada ha alternado titularidad con banca. Ante la «U» entró en el segundo tiempo y al termino del partido en la entrevista de rigor al muchacho le preguntaron si no le incomodaba esta situación de haber tenido que estar en la banca en la típica pregunta que busca una respuesta polémica. Pero Delgado, a pesar de su juventud, respondió como un avezado en estas lides: ¿por qué me voy a sentir mal por estar en la banca y haber podido entrar en un clásico del fútbol chileno jugando por Colo Colo? por el contrario eso ya es para mi un triunfo y una alegría», dijo, y para rematarla agregó «además entré para reemplazar a un gran jugador como Luis Pedro Figueroa, eso para mí es todo un orgullo».
Yo a Delgado lo aplaudo de pie. ¡La trayectoria merece respeto y este Colo Colo ha dado una gran lección al respecto!
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