«Salvador» Mora se titula una nota que publica hoy el prestigoso medio argentino, Olé, señalando que el uruguayo que pasara por Universidad de Chile, hoy es el jugador más influyente de River y el que decidió la clasificación en la Copa Libertadores.
BUENOS AIRES.- El también dejó una Esqueda indeleble…
Porque si el mexicano le abrió las puertas de la clasificación a River, Rodrigo Mora tomó de la mano a sus compañeros y a miles de fanáticos y les devolvió las almas a sus cuerpos. No la había metido en la Copa, pero rescató a su equipo con aquella volea en Monterrey y lo levantó con su doblete ante San José. “Estoy en el mejor momento de mi carrera”, dijo. Y las pruebas son irrefutables. Llegó a ocho goles en el semestre, ya la misma cantidad que en el semestre anterior: con una salvedad, ahora lleva 16 partidos cuando en el inicio de la era Gallardo había disputado 27 encuentros… Justamente el Muñeco fue determinante no sólo para su regreso tras el destierro con Ramón Díaz. Lo convenció, le dio confianza, le trabajó la mente, lo hizo coequiper fijo de Teo Gutiérrez en el ataque y lo transformó en lo que es hoy: junto con Carlos Sánchez, el hombre más importante del equipo, el más influyente. Tanto, que finalmente aceptó quedarse en el verano cuando los petrodólares lo tentaron como sólo tienta esa moneda.
Su aura no sólo se limita a esa obsesión llamada Libertadores. Los dobletes a Belgrano y Gimnasia, y el gol del triunfo sobre la hora en La Plata ante Gimnasia (todos festejos de visitante), le dieron puntos a River para ser líder del torneo. Eso de darle puntos al club cada vez que la mete resulta reincidente: metió 23 goles (en 87 presencias) y en esos partidos River nunca perdió. Talismán, por si fuera poco.
Y con sentido de pertenencia, ya que desde un primer momento mostró su felicidad por ponerse esta camiseta, por jugar en el Monumental y hasta por comprarse un perro (en su último viaje a Córdoba) y ponerle Millo. Por características, además, es difícil encontrar a alguien parecido en el plantel: porque como valoraron Gallardo y Francescoli (otro elemento clave en su progreso), Mora se faja con los defensores rivales, hace un trabajo sucio que varias veces no se ve. Pero son sus goles los que lo hicieron salvador.
/Diario Olé de Buenos Aires
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