El volante argentino retiró hoy sus pertenencias del estadio Monumental y se fue sin decir palabra, dando por entendido que no sigue en el club popular. A la espera de la renovación de Héctor Tapia, es prioridad resolver la situación de Christian Vilches.
SANTIAGO.- Comienza la desvinculación de jugadores de Colo Colo para el segundo semestre y el primero en partir, literalmente es un «pez gordo»: Emiliano Vecchio. Aunque la información no es oficial y el propio jugador no quiso entregar ninguna declaración al respecto, hay un hecho que es muy decididor y que por lo general marca la partida de un futbolista: el volante argentino hoy retiró todas sus pertenencias desde el estadio Monumental.
Vecchio llegó muy temprano en su automóvil, pidió que le abrieran el camarín y luego cargó su automóvil con las cosas que sacó del casillero que le perteneció durante los últimos dos años. Luego abrazó a los utileros, a los guardias y se fue tal como llegó: sin decir palabra.
Lo que hace aún más decidora la actitud del «Gordo» es que Christian Vilches está en una situación muy parecida a la suya e incluso hay algunas fuentes que lo dan por firmado en la Universidad de Concepción, que quiere reforzarse para hacer una buena Copa Sudamericana. Sin embargo, es sabido que aunque todavía no se define su continuidad en la banca técnica, Héctor Tapia pidió como prioridad la renovación del zaguero central, que tiene cifras que avalan su rendimiento: jugó todos los partidos del campeonato, siendo el único con un 100% de asistencia.
Es sabido que con Vecchio no ocurrió lo mismo. Primero, porque fue desplazado a la banca cuando se le dio la conducción del equipo a Humberto Suazo y luego, cuando tuvo la posibilidad de reemplazarlo, también terminó lesionándose e incluso en su momento fue expulsado en un partido con Palestino.
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