El Real Madrid se dejó impresionar por los encantos de la Vecchia Signora y de un Juventus Stadium que vivía su primera semifinal de Champions.
TURÍN.- Los primeros síntomas de nerviosismo no tardaron en llegar. En el primer minuto, mal despeje de Casillas con el pie que intercepta Marchisio para buscar rápidamente a Vidal, que cae ante Varane antes de armar la pierna.
Fue el primer aviso de lo que estaba por llegar. En el 8′, Tévez descubrió un hueco enorme al borde del área entre Ramos y Varane. El disparo del Apache pasó entre las piernas del francés en busca del poste derecho de Casillas. Su despeje fue a parar a Morata, quien sino. El ex madridista había salido encedido como siempre y estaba imponiéndo su ímpetu ante los centrales del Madrid, que le han visto crecer como futbolista en Valdebebas. Estaba escrito que iba a tener su ‘vendetta’ para demostrar su valía. En un gesto de delicadeza no celebró el gol ante el equipo en el que no pudo triunfar.
Decía Ancelotti que su equipo necesitaba defender mejor. No le hizo mucho caso su equipo, que sufría con el empuje italiano y los errores propios. Especialmente desafortunados estuvieron Marcelo y Ramos, que volvió a ocupar un puesto en mediocampo. Más que nunca, el experimento olió a chamusquina. Constantes pérdidas de balón, errores de colocación y muchos problemas para sujetar a Vidal y adivinar a Pirlo.
La presión local ahogó al Madrid durante los primeros 20 minutos. En cuanto la Juve dio un pase atrás respiró el campeón de Europa. Empezaron a llegar balones a Isco y a James, que armó la jugada del empate en el minuto 27. Combinó con Carvajal por la derecha y la levantó a tiempo para que el balón llegase a Cristiano tras superar a Buffon. El portugués se agachó para empujar de cabeza el 1-1. La primera jugada elaborada terminó en bingo. La segunda, casi.
James perdonó el 1-2
En el 41′, James robó junto al córner derecho, tocó con Carvajal y éste con Kroos, que volcó el juego hacia la izquierda. Isco dobló a Marcelo y asistió para el colombiano, que entró con todo en boca de gol y mandó su cabezazo en plancha al larguero. Ahí tuvo media eliminatoria el Madrid, que olvidó por momentos contra quien se estaba jugando las castañas.
Tras el descanso, el Madrid volvió a caer en otro engaño de la Juve. Un córner a favor terminó en un penalti en contra. Marcelo tiró a puerta y el balón rebotó en Pepe. Armó la contra la Juve y Tévez le sacó el penalti a Carvajal, demasiado inocente dentro del área. Tévez fusiló por el centro a Casillas y de nuevo a remar en un ambiente hostil, con la Juve en la chepa en cada balón.
En el minuto 62, la solución que encontró Ancelotti fue retirar a Isco y meter a Chicharito. No era seguramente lo más apropiado. Allegri retiró a Sturaro y metió a Barzagli para jugar con tres centrales. El plan estaba claro: arroparse para evitar un segundo gol visitante y buscar el tercero debajo de las piedras, aprovechando cualquier regalo. Se iba a jugar poco a partir de entonces, y el Madrid necesitaba encender alguna linterna. No iba a ser la de Bale, apagado toda la noche. Ni por supuesto la de Ramos, que falló todo lo que intentó.
Tras el mal partido de costumbre en Turín, el Madrid lo fiará todo al partido de vuelta en el Bernabéu. Un 1-0 sería suficiente, como ante el Atlético. Queda por ver si la Juve se deja engañar también.
/Marca de España
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS