Por Daniel Arcucci, comentarista de Fox y de Cancha Llena, el suplemento deportivo de La Nación de Argentina
Si osás elogiar cómo el Bernabeu ovaciona a Pirlo, cuando la estrella de la Juve deja el campo eliminando al Madrid, o resaltar los hidalgos aplausos de los hinchas del Bayern, eliminados por el Barca, «sos un cipayo» y «no entendés el folklore del fútbol argentino».
Y sí, seré un cipayo y no entenderé el folklore, que desafina.
Pretendo que un equipo argentino sepa quedar eliminado como el Madrid como el Bayern.
Que no haya imbélices que tiren gas pimienta a los jugadores contrarios y, más todavía, que no haya «hinchas genuinos» que los avalen con su indiferencia o su justificación.
Que no haya dirigentes demagogos, para mostrarse, o timoratos, para esconderse.
Que no haya futbolistas cobardes que no se solidaricen con sus colegas, retirándose todos juntos en repudio a la violencia.
Que haya sanciones en serio: para la Bombonera y para Boca ahora, como debió ser para el Monumental y para River antes.
Y que esos «hinchas genuinos» no sobreactúen su rivalidad futbolística, a falta de otras causas con las cuales identificarse.
No es cipayismo, no es folkore: hay una manera enferma de vivir el fútbol en la Argentina. Tal vez ya no tenga cura.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS