He escuchado y leído que algunos, ante la ausencia obligada de Gonzalo Jara, proponen que Jorge Sampaoli utilice una línea de tres en la final con Argentina. Sin pretender meterme para nada en las atribuciones que sólo le competen al entrenador de la selección chilena, personalmente pienso que eso sería un suicidio para Chile.
En el ABC del fútbol se inculca que siempre se debe defender con un jugador más, en función del número de atacantes que tenga el rival.
Bajo ese axioma, ya sería impracticable la línea de tres en este partido del próximo sábado, porque la Argentina de Martino, tal como lo hiciera con Sabella en el Mundial, ataca con tres delanteros.
Y si esos tres delanteros son nada menos que Aguero, Di María y un tal Messi, con mayor razón da para pensar que un planteamiento así es casi un suicidio.
El problema y la inquietud surge porque el flanco izquierdo de la defensa chilena no se vio bien en el partido con Perú, ya que por ese costado, cada vez que subió Advíncula (¡que buen jugador que es el lateral peruano!) y se juntó con la «Foquita» Farfán, le hicieron el «un dos» a Mena y anteriormente a Albornoz, sin que bastara con la ayuda del Pepe Rojas.
A sabiendas que Messi se carga precisamente por ese costado, evidentemente que se justifica la preocupación. Pero, creo que Sampaoli en estos días trabajará varias fórmulas (una de ellas podría ser la presencia del «Gato» Silva esperándolo y Beausejour tomándolo en el arranque) y dar{a con la que le merezca mayor confianza.
Pero, reitero que jugar con línea de tres no me parece que sea la solución.
Héctor Tito Tapia, ex entrenador de Colo Colo, comentarista de Radio Agricultura en Copa América
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