Los dirigidos por José Luis Sierra igualaron sin goles por la cuarta fecha del Torneo Nacional y aún no encuentra el fútbol que entusiasme a los hinchas. Los dragones celestes, con poco, complicaron al Cacique.
Iquique.- Las aguas al interior del camarín popular no están tranquilas. Por un lado, el problema entre Esteban Paredes y Jaime Valdés por los dichos de «pajarito» sobre la calidad de los juveniles, generó un problema que tuvieron que aclarar ambos ante los medios.
Luego, el aburrido juego de Colo-Colo, que se basa en la tenencia del balón y la lentitud en el desarrollo del juego durante el partido, provocó que los hinchas no se identifiquen con la ideología que José Luis Sierra le quiere dar al equipo. Es así como algunos asistentes al estadio Monumental, la fecha pasada, pifiaron durante los pasajes del partido, pues el hincha sabe que con el nivel que muestra el club, poco y nada se podrá lograr en Copa Libertadores.
El partido frente a Iquique era la oportunidad de entregar certezas, pero no. El primer tiempo fue aburrido y poco y nada se pudo destacar en esta etapa. De hecho, fue el local quien pudo abrir la cuenta en dos oportunidades en los pies de Manuel Villalobos.
En Colo-Colo, Martín Rodríguez tuvo la ocasión de poner el 1 a 0 para los albos, pero Naranjo estuvo firme en las pocas oportunidades que se le requirió.
El segundo tiempo no fue diferente. Iquique siguió complicando con muy poco. El partido se tonó aburrido, sin emociones. Manuel Villalobos nuevamente generó problemas a una defensa que, al presionarla, se confunde y se complica.
Cuando sólo quedaban 15 minutos para el fin del encuentro, Colo-Colo reaccionó y empezó a presionar a la defensa iquiqueña que sufrió con los embates de Valdés, Fierro y Beausejour. De hecho, la más clara fue a los 75 minutos, cuando una patriada de Gonzalo Fierro, saca un remate desviado y antes de cruzar la línea de fondo, «Bose» alcanzó a puntear el balón y este pegó en el palo derecho del arco de Naranjo.
Los albos metieron a Iquique en su propio arco, pero en el último tercio de la cancha no había nadie que despejara el enredo. Paredes fue sustituido por Juan Delgado, para darle frescura al ataque popular, pero no hubo claridad en los últimos metros del terreno de juego.
La segunda oportunidad para abrir el marcador fue a los 88 minutos. El argentino Tonzo se sacó con un amague a Naranjo, remató y de un cabezazo la defensa celeste despejó, pero el rebote le quedó al ex Newells quien puso el balón en el área chica del arco local, pero Claudio Baeza no logró conectar el balón en la misma línea. El balón fue despejado y el grito de gol, ahogado.
Colo-Colo, con más ganas que fútbol, se acerca cada día más a su debut por Copa Libertadores y con el nivel mostrado en el campeonato nacional, pocas opciones tiene de clasificar, en el grupo más accesible que le tocó a los equipos chilenos en el certamen continental.
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