El portero que recibió el premio al mejor arquero del torneo y fue gran figura en la final aseguró que este triunfo nos debe servir de lección y que hay que valorizar mucho más a este equipo que ha hecho historia.
SANTIAGO.- Pese a que Claudio Bravo siempre prefiere mantener la línea de la diplomacia, claramente esta final fue una gran revancha para el portero y de paso un gran tapabocas para todos los que salieron a lapidarlo sin compasión tras su mala actuación en la primera fase y especialmente ante Panamá.
Pero hoy, en el partido más importante de todos, Bravo sacó a relucir su chapa de crack y superclase. Y sobre todo en el alargue cuando le sacó un cabezazo increíble a Sergio Agüero, que se metía en un ángulo casi imposible, pero no para el guante derecho del golero nacional que llegó con lo justo a sacar esa pelota, cuando los argentinos ya coreaban el gol que de seguro les hubiera dado el título. Y pensar que algunos decían que Claudio Bravo no era un arquero ganador de partidos…
Aún así, tras una brillante actuación, Bravo prefirió la calma y la solemnidad. «Esto es para mi familia, vinimos acá con una ilusión tremenda y nadie daba un peso por nosotros. Esto es una gran lección para todos, esto no es una revancha ni mucho menos pero hay que disfrutarlo con mucha alegría», dijo el arquero chileno.
«Todos sabíamos que no iba a ser un partido fácil, pero yo me saco el sombrero ante mis compañeros porque realmente hoy dieron todo en la cancha. Esto es un triunfo de todo un plantel que siempre creyó en que veníamos a ganar, eso nunca lo dudamos», agregó el guardameta.
El arquero también mandó un mensaje. «Ahora se nos viene una clasificatoria complicada y queremos ir a un Mundial porque todavía tenemos cosas que lograr y por ahora espero que la gente en Chile disfrute este título, porque realmente es muy importante».
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