El seleccionado nacional tuvo una muy baja presentación ante los ticos y casi pasó un papelón, pero al menos en los últimos minutos algo logró reaccionar y acercar las cifras. El cuadro de Rueda sigue sin encontrar el camino.
RANCAGUA.- Una nueva derrota sumó esta noche la Selección chilena tras caer como local en un amistoso ante Costa Rica, en un partido muy bajo de La Roja y que pudo haber sido peor, porque llegó a estar perdiendo por 3 a 0, pero afortunadamente en los últimos minutos hubo una reacción que permitió acortar las cifras. Al final fue una derrota algo más digna: 3 a 2.
Es de esos partidos que no ayudan mucho en la confianza ni en la credibilidad de su técnico, el colombiano Reinaldo Rueda, principalmente porque la escuadra nacional por grandes pasajes del partido se vio absolutamente perdida en la cancha, con un funcionamiento poco claro y con jugadores que no terminan de enganchar en el engranaje de La Roja. El caso de Junior Fernandes es complejo, porque tiene todo el respaldo del DT a pesar de las feroces criticas de la prensa y la hinchada, sin embargo el moreno jugador no le responde al estratego en la cancha y dejó nuevamente las opciones de criticarlo con mucho sustento.
Otro de los hombres que estaba en la mira era Esteban Paredes, que si bien se mostró muy participativo y por ahí estuvo cerca de anotar en el primer tiempo, tampoco tuvo una participación importante, pero en su caso al menos tiene la excusa de que fue muy poco abastecido y recibió escaso juego. Acá viene otro punto importante. ¿Alexis de 10?, compartimos que es un jugador de una muy buena técnica, pero para jugar de conductor debe tener la capacidad de soltar la pelota en los momentos precisos para dar juego a los delanteros y eso definitivamente le cuesta muchísimo a Sánchez, que por momentos parece que se quiere llevar la pelota a su casa.
PONEMOS UNAS TORRES Y NOS HACEN GOLES DE PELOTA PARADA
También llama la atención que Rueda insista con Maripán y Roco como centrales. Ok, se entiende su razonamiento básico: hay que darle altura a la defensa. Sin embargo, se olvida otro factor que quizás es más importante y es que el central tiene que ser un tipo avispado, mañoso, con carácter y personalidad. Elementos que por ahora, a estos dos noveles centrales les falta bastante.
Por eso, es que llega a ser casi irrisorio que los dos primeros goles de los ticos llegaran precisamente de pelotas aéreas tras pelotas detenidas, para ser más precisos desde lanzamientos de esquina. El primer gol Roco se quedó en la marca y eso le permitió al centrodelantero Kendall Waston adelantarse y con un certero cabezazo anotar el unoa cero.
Luego en el segundo tiempo, otro córner que es peinado por un costarricense, Medel que desvía, da en palo y en el rebote aparece nuevamente libre de marca, Kendall Waton para anotar el 2 a 0.
Hasta ese momento Chile no aparecía y seguiría sin aparecer, porque en un rápido contragolpe a los 64 minutos, Ronald Matarrita le sacó una gran ventaja a Opazo y Medel y definió ante el achique de Herrera. A propósito del portero de la «U», hoy tuvo de esas jornadas que prefiriría olvidar, porque en el primer tiempo tuvo un tapadón notable y tuvo en general un partido correcto, pero le hicieron tres goles, aunque no tuvo mayor responsabilidad en las anotaciones.
Tras eso, Rueda hizo algunas modificaciones, que parecieron funcionar, aunque también influyó que los jugadores mostraron algo de orgullo y comenzaron a jugar de manera más ofensiva y buscando al menos un descuento. Y así llegó el 3 a 1 con un cabezazo de Vegas y luego con un gol de Sánchez que definió tras un gran pase Lorenzo Reyes. El propio Sánchez había demostrado el mal momento personal y del equipo minutos antes al perder un lanzamiento penal, ejecutado con demasiada displicencia al medio, lo que le permitió al meta tico, Esteban Alvarado, con los pies evitar la anotación.
Al final una derrota dura y dolorosa, princiapalmente porque no se logra ver aún a Chile tomando un rumbo ganador y futbolísticamente no se aprecia une estilo definido. Vamos a ver si ante Honduras, el martes en Temuco, se logra enmendar el rumbo.
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