Conocí a Gustavo Huerta en la década del 80´, cuando uno iba como periodista a cubrir un partido en El Salvador y luego de encomendarse a todos los santos que el avión no se saliera de la pista al aterrizar, llegábamos al mineral, dábamos una vuelta y no había nada más que hacer.
Por eso, había muchas horas para conversar y llegaba a compartir la gente de Cobresal, encabezados por su presidente, el padre del periodista Francisco Sougarret, que por esos años era un estudiante que quería venirse a trabajar a la capital.
Entre los visitantes habituales estaba justamente la pareja de centrales (Ronald Fuentes y Gustavo Huerta) y a ambos recuerdo haberles dicho: «ustedes dos van a ser muy buenos entrenadores».
Al parecer, no me equivoqué.
Lo de Ronald – hoy en Unión Española- es más conocido, pero la trayectoria de Huerta es digna de considerar. Desde 1991 cuando se hizo cargo por primera vez de Cobresal, hasta la actualidad ha pasado por muchos clubes, incluido el Bolivar de Bolivia. Tal vez le jugó en contra hacerse cargo de Universidad de Chile en un pésimo momento de los azules, porque eso le jugó en contra en el momento en que pudo haber dado el gran salto como profesional.
Pero, en todos los equipos que ha dirigido, ha impuesto un sello de buen fútbol. Y hoy, Cobresal no es la excepción.
Ante Curicó Unido, un equipo que le pone dificultades a cualquiera, dieron una exhibición de fútbol. Tanto es así que el 4-0 final se ajusta perfectamente a lo visto en la cancha.
Con el muy buen trato de pelota que impone Cañete en el medio campo y la velocidad de dos puntas, Gaete y Salinas, que deben ser de lo más rápido que hay en el fútbol chileno.
El blondo y hoy pelo morado es un caso a destacar: él se siente muy cómodo en El Salvador. Y cada vez rinde más, tanto que puede asegurarse que pasa por el mejor momento de su carrera. Cuando arranca con espacio cuesta muchísimo pararlo y cuando tiene la oportunidad frente al arco, no perdona. Como lo hizo en el segundo gol de Cobresal, a los 44 minutos, cuando prácticamente le puso la lápida a los curicanos.
Antes, a los 29 minutos, Sebastián Varas, otro de esos goleadores que hace goles en todos los equipos que le pasan camiseta, había abierto el marcador con un cabezazo anticipándose a un par de defensas que lo custodiaban.
En la segunda etapa, quiso reaccionar Curicó, pero se topó con una defensa bien plantada, que no siempre saldrá jugando, pero que nunca se desordena. Y en alcro, está el argentino Leandro Requena, que claramente va a pelear por un lugar entre los mejores porteros del torneo.
Y cuando hubo que liquidar el partido, Olivera con un remate desde la entrada del área y Salinas con un lujo pusieron el 4-0 definitivo.
Un llamado de atención para Curicó, que después de la pandemia no ha levantado cabeza y se está quedando en los 16 puntos que cosechó en la primera parte del campeonato.
Y en el caso de Cobresal, ya saltó a los 13 puntos, por lo que aquellos que lo daban como candidato fijo al descenso van a tener que esperar sentaditos.
por Gerardo Ayala Pizarro
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