El primer tiempo había transcurrido en la intrascendencia total.
Lo único para anotar era un cabezazo de Andrés Robles que pasó cerca del travesaño. Hasta que en el minuto 42´otra vez apareció el porteño para ganar de alto y esta vez su frentazo tuvo puntería y se metió en el arco de Batalla.
Lo ganaba la Universidad de Concepción y dentro de lo poco que había ofrecido el partido parecía justo.
Nadie imaginó que comenzaban 3 minutos de terror en Collao.
Porque prácticamente de inmediato (minuto 43´) lo empató Tomás Alarcón con un tremendo taponazo desde la entrada del área. Culminaba así el volante una jugada asociada del conjunto rancagüino.
Y si el empate fue un balde agua fría para los penquistas, el uruguayo Castro les metió un golpe al mentón en la jugada inmediatamente siguiente: Gran maniobra de Gotti, que se limpió el camino con túnel incluido y se la dejó al charrúa para que fusilara a Reyes.
«Fue un envión tremendo y nos dio un plus para enfrentar el segundo tiempo – dijo Roberto Cereceda– porque parecía que nos íbamos al descanso perdiendo 0-1 y conseguimos darlo vuelta. Importante victoria porque le ganamos a un rival directo, pero ya pasó porque hace algunas semanas derrotamos a Colo Colo en el Monumental y luego perdimos en Rancagua al partido siguiente. Eso no nos puede volver a pasar y ya tenemos que pensar en el duelo con Coquimbo, que también es clave. Ah, esta victoria se la dedicamos a Hugo Herrera, un chico que sufrió una grave lesión de ligamentos, pero él es joven y se va a recuperar pronto»
«Es una derrota muy dura –precisó en el otro camarín, Leandro Diaz– porque después de abrir el marcador, creíamos que el partido estaba para nosotros y en dos minutos ellos lo dieron vuelta. Nos dolió mucho y no pudimos reponernos. Tanto que creo que el segundo tiempo estuvo de más».
Tiene razón Diaz: el segundo tiempo pudo no haberse jugado, porque el partido quedó sentenciado en esos cinco minutos de miedo con los que concluyó la etapa inicial.
Después O´Higgins dominó el juego con toda comodidad y por mucho que luchó el conjunto del Campanil no tuvo fuerza ni tampoco ideas para acercarse al arco visitante.
Ahora, no podemos ser injustos y dejar sin mencionar los dos golazos de O´Higgins que cerraron la goleada:
El 3-1, un tiro libre con la precisión acostumbrada de Ramón Fernández a los 73 minutos y el 4-1 un jugadón individual de Arancibia (minuto 90+4) y la pelota en un ángulo
/Álvaro Guzmán
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