Hay una jugada que, a pesar de que finalmente se cobró posición adelantada, cuesta apartarla de la mente: pelotazo profundo de Cañete, Gamarra que se va solo y cuando sale a enfrentarlo el Mono Sánchez, la toca al medio. Llega Gaete con el arco absolutamente a disposición, sin nada ni nadie que lo obstaculizara…y la manda afuera.
Reiteramos, estaba offside el joven delantero cobresalino, pero esa maniobra increíble sintetiza un poco lo que fue el partido.
Un partido que, por cierto no fue uno de los mejores de Unión Española en esta temporada, ni mucho menos.
Por de pronto todas las ocasiones de gol que tuvo el elenco nortino (ninguna tan clara obvio, como aquella de Gaete) fueron porque pillaron mal parada a la defensa hispana. Y si la pelota no terminó en la red fue por la intervención de Sánchez y fundamentalmente por la impericia de los atacantes de la visita.
Que, para más remate, cuando si lograron convertir por intermedio de Varas en el último minuto, estuvo bien el línea, el árbitro y el Var al anular el que hubiera sido el gol del Ex.
Al respecto, cabe señalar que Unión Española sintió en demasía la ausencia de Mario Sandoval, que está cumpliendo su mejor temporada en el profesionalismo, seguramente estará en el ranking entre los mejores en su puesto y es quien pone el equilibrio en medio campo hispano.
Esa misión quedó esta vez en manos de Méndez, Mejías y Dávila. Que individualmente respondieron – porque los tres son buenos jugadores y también pasan por un muy buen momento. Pero Sandoval es irremplazable.
Ahora bien, resulta improcedente ser crítico con Unión Española, cuando la campaña que está realizando supera todas las expectativas.
Sin embargo, eso mismo aumenta el nivel de las exigencias.
Y esta tarde, en Santa Laura, vimos algunos defectos ante los cuales Ronald Fuentes obligadamente tendrá que meter mano.
En el plano defensivo, es una manera de jugar, de enfrentar los partidos y eso conlleva asumir riesgos. Esta bien , se acepta e incluso por el espectáculo se agradece.
Pero, la gran fuerza de esta Unión Española radica fundamentalmente en el tremendo poder goleador que tiene el equipo. Porque sus delanteros, hasta el partido anterior con Colo Colo venían complementándose a la perfección.
Esta vez sin embargo ( y ojalá nos equivoquemos) creemos haber visto algo de egoísmo en ellos. Como si fuera más importante el gol y el lucimiento personal que la victoria del equipo.
Hubo jugadas muy claras en que los dos Palacios llegaron con posibilidades al arco de Requena y la jugada no terminó en gol, porque cada uno quiso definirla a su manera y no habilitó al compañero que entraba libre para definir la jugada.
Incluso Dávila, autor del gol y el mejor jugador de la cancha, también cayó en ese personalismo. Hubo una jugada en que prefirió intentar hacer un gol de taco antes que habilitar al uruguayo Palacios, que estaba de frente al arco.
Eso, después que a los 50′, el propio Misael Dávila anotara el único gol del partido. El ’10’ hispano empujó en el área chica el balón luego de una excelente combinación entre Felipe Fritz y Luis Pavez Muñoz por la izquierda.
Bastó con ese gol para ganar los importantísimos tres puntos. Pero, reiteramos, que se debió en gran parte a la ineficacia de los delanteros rivales.
Lo que por cierto no es culpa de Unión Española, que sumó su quinta victoria consecutiva y la décima en los últimos 12 duelos del torneo.
Con estos números Ronald Fuentes y sus muchachos tienen todo el derecho a soñar con el título.
La tabla de posiciones no miente: Unión La Calera lidera con 36, los hispanos llegaron a 35 y Católica 33, pero con un partido y medio pendiente.
por Gerardo Ayala Pizarro
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