El mejor clasificado de la fase de grupos. Veinticinco goles en los primeros ocho partidos. Tres veces cinco goles. Un marcador global de 8-1 en la serie de octavos. Todas marcas para posicionarlo como uno de los grandes candidatos en esta Libertadores. Y, aunque en el partido de ida de los cuartos frente a Libertad no mantuvo el nivel, Palmeiras se llevó un 1-1 de Paraguay que lo dejó bien parado para cerrar la serie en casa.
Lo llamativo en este comienzo de la serie en Paraguay fue que el Verdao, que va por el lado de la llave de River-Nacional, la pasó mal en la mayor parte del primer tiempo y se salvó varias veces de milagro. Porque Libertad se le plantó firme en defensa y desequilibró con un juego directo a través de Bareiro por la derecha. Así se le presentaron tres oportunidades claras para abrir el marcador, incluso un remate en el palo del mismo Bareiro.
Claro, Palmeiras acertó en la primera que tuvo a los 38 minutos, con un enorme cabezazo de Gustavo Gómez que durmió a todos en un córner, y enseguida estuvo cerca del segundo en un tiro libre de Scarpa.
En el segundo tiempo, Libertad se ordenó, retomó los planes del comienzo y encontró la igualdad a los 17 minutos con un cabezazo de Espinoza ante una salida floja de Weverton. Y, aunque luego no supo como ganarlo, tuvo el triunfo a los 53 con un tiro libre de Espinoza que dio en el palo. Pero no se le dio. Y se define en una semana en Brasil.
/Fuente: Olé de Buenos Aires
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