Derrotaron al RB Leipzig en el exilio de Budapest
El Liverpool tuvo que coger un avión y recorrer más de 1.600 kilómetros para ganar un partido en casa. En el Puskás Aréna de Budapest -exilio obligado para los reds por las restricciones entre el Reino Unido y Alemania por el coronavirus- el equipo de Klopp cortó su mala racha calcando el resultado de la ida en el mismo estadio. Ganaron (2-0) al RB Leipzig accediendo a los cuartos de la Liga de Campeones. Un respiro en una temporada llena de sobresaltos.
El Pool de las ocho derrotas y los 10 puntos en 12 jornadas en 2021 que les han dejado octavos y fuera de Europa, a siete de la zona Champions y a ¡25! del líder Manchester City se gustó frente al RB Leipzig. Los reds, a los que se les ha caído su corona en la Premier, se transforman en Europa volviendo a ser eléctricos y fiables. Todo se equilibra. Los problemas defensivos desaparecen y las experimentos en el eje de la zaga por las lesiones de Van Dijk, Joe Gomez, Matip… funcionan .La Champions puede llevarles a la próxima Champions.
Todo lo contrario que unos toros que están peleando con el Bayern por la Bundesliga -están a dos puntos del liderato- pero a los que se les hizo grande el Liverpool. Los descuidos se les acumularon a los Nagelsmann. Trufaron sus seis victorias consecutivas en Liga con dos traspiés europeos. Echaron demasiado de menos a Angeliño.
La vuelta de Jota
El regreso del portugués y la lesión de Firmino han roto la MSF. El portugués se asoció con Salah y fue un tormento para la adelantada defensa alemana. El egipcio y Jota coleccionaron ocasiones que Gulacsi desbarató. Y cuando el portero húngaro no llegaba… las tiraban fuera. Fallaron una tras otra.
Nagelsmann intentó agitar su ataque dando entrada a Sorloth y el gigante noruego se estrelló con el larguero. Un susto para los de Klopp antes de finiquitar la eliminatoria. Mané, Jota y Salah conectaron en una jugada rápida que finalizó el egipcio. Y el senegalés marcó el 2-0 tras un centro de Origi. Dos goles en tres minutos. Adiós a la sequía. Ambos sumaban cuatro partidos sin marcar… y ‘mojaron’ en la ida y en la vuelta. Después de ocho partidos sin ganar en Anfield y seis derrotas consecutivas -su peor racha de siempre- el Pool ganó como local… en Budapest. Cosas de la pandemia.
/Marca
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