Increíble acción, digna de supersticiosos
Para aquellas personas que son denominadas «supersticiosas», lo que pasó en la última jugada del partido entre Boca y River, que terminó en empate, tuvo como protagonista a una fuerza divina que evitó lo inevitable, que era el segundo gol de River. y que muchos hinchas de Boca empiezan a adjudicar a que el responsable fue Diego Maradona, bajo la frase de «el efecto de Dios».
Lo cierto fue que a minutos del final, Federico Girotti encaró por derecha a Marcos Rojo, le ganó el duelo entrando al área, y centró para la llegada de Julián Álvarez, algo defectuoso, la pelota pegó rozó primero en Lisandro López, y de esa suerte de rechazo, da en la frente de Izquierdoz, la pelota le pasa por encima a Andrada mediante un efecto extraño, parecía que se metía de forma inevitable pero cuando pica a centímetros de la línea, sale para afuera en una acción que para comprender de la mejor forma, hay que ver.
De hecho, tras picar, la pelota sale al costado y llegaba José Paradela para intentar definir desde una posición difícil, pero llega a rehacerse Andrada y cubre con toda su humanidad el palo, evitando lo que parecía imposible. Fue la última acción del emotivo empate 1 a 1 entre ambos, en un partido cambiante, de ida y vuelta, que Boca pudo haber ganado de no ser por Armani, que casi lo pierde tras la roja al peruano Carlos Zambrano, y que en el balance general termina siendo un empate que ninguno quería pero que termina siendo justo.
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