El PSG se proclama campeón de Copa liderado por un eléctrico Mbappé, clave en la victoria con un gol y una asistencia
El PSG se ha proclamado campeón de la Copa de Francia liderado por un enorme Kylian Mbappé, decisivo una vez más en el triunfo de su equipo en un partido difícil por las numerosas bajas, entre ellas la de Neymar. El francés asistió en el primer tanto y marcó el segundo, que significaba la sentencia definitiva del partido cuando peor lo estaba pasando su equipo. Una vez más decisivo, una vez más campeón.
El PSG salió dominante al partido. Quería la pelota y el protagonismo, una situación que no parecía incomodar en absoluto al Mónaco, replegado atrás, pero con la intención de salir como un tiro en cuanto tuviese la oportunidad de recuperar el balón. Esas estampidas de los hombres de ataque de Kovac provocaban que Keylor Navas tuviese que jugar al límite de su área. En un par de jugadas tuvo que abandonarla para evitar males mayores.
El dominio del conjunto parisino no se traducía en ocasiones claras de gol. Majecki apenas había tenido que intervenir hasta que llegó la jugada desafortunada del gol. Disasi recibía un pase del portero y el balón le pasaba por debajo del pie al intentar controlarlo. El balón lo recibió Mbappé y como se pueden imaginar no desaprovechó tan suculento regalo. Encaró al Majecki y cedió a Icardi para que el argentino marcase a placer.
El tanto cambió el planteamiento del Mónaco, que desde ese momento quiso asumir el protagonismo, mientras que el PSG era el que intentaba sentenciar a la contra. Se lanzó al ataque el cuadro monegasco, pero lo cierto es que le resultaba complicado llegar con posibilidades de éxito a las proximidades de Navas.
Mbappé entretanto hacía alarde de su potencia, velocidad y exquisitez técnica regalando algunas acciones tremendamente plásticas, aunque tras el gol solo Florenzi logró poner a prueba al meta rival.
En la segunda parte el Mónaco buscó con decisión el empate poniendo cerco al área del PSG, que bastante tenía con contener los ataques de su rival. Kovac movió el banquillo metiendo más jugadores ofensivos en el campo. Gelson Martins hizo contener la respiración de su rivales cuando estrelló un remate en el larguero. Se mascaba el gol, que llegó, pero no donde se esperaba, sino en la portería del Mónaco.
Mbappé, que previamente había estrellado una vaselina en el larguero, consiguió hacer el segundo con otra jugada de tiralíneas. Di María filtraba un pase perfecto a su compañero, que levantó la pelota ante la salida de Majecki para firmar un golazo en otra Master Class de Kylian.
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