Si Universidad de Chile se imponía en Rancagua ante el cuadro ruletero, después de largo tiempo, volvía a ser puntero exclusivo del Campeonato Nacional. No lo consiguió y cayó por 0-1 ante los ruleteros
El primer gol del partido lo anotó, al entrar a la cancha, el equipo de Everton de Viña del Mar. Como puede verse arriba, junto al apellido de cada jugador aparecía en la camiseta un llamado distinto para el cuidado personal contra el Covid 19.
Después, comenzó rodar la pelotita y la disputa de puntos muy importantes, aunque de distinto sabor para ambos elencos: si ganaba Universidad de Chile quedaba como puntero exclusivo del campeonato y si ganaba Everton -como ocurrió finalmente- salía de la incómoda posiciones que ocupa en la Tabla de Posiciones.
Y quien planteó mejor el partido de entrada fue Roberto Sensini, entrenador ruletero. Con un talentoso en el medio campo como es César Valenzuela y dos jugadores potentes en ataque, como Waterman y Menéndez le ha creado problemas a una defensa que generalmente se ve bien plantada. Esta vez, sin embargo, se ha visto superada en el mano a mano y por lo mismo De Paul ha trabajo mucho más que Torgnascioli.
Con dos punteros abiertos, que no son punteros, como es el caso de Aránguiz y Luján, no ha tenido llegada por las bandas Universidad de Chile y la única oportunidad clara de gol se produjo a los 30 minutos en una pelota profunda que metió Sandoval para Larrivey y el argentino se demoró en rematar al arco, permitiendo la recuperación de Barroso. Ojo con Julio, que es la peor mufa para los azules: nunca pierde con Universidad de Chile
Sin embargo, en el minuto 40 se produjo una jugada clave en el partido: Álvaro Madrid fue a trabar una pelota con Marcelo Morales y el árbitro Francisco Gilbaret, después de consultar el VAR determinó que la forma como entró el defensor de Everton ameritaba tarjeta roja. Personalmente, nos pareció una decisión muy drástica la que dejó a Everton con 10 jugadores.
Y como las malas noticias nunca llegan solas, un minuto después debidó abandonar la cancha por lesión el que era la figura de Everton y del partido: César Valenzuela
PENAL PARA EVERTON
El segundo tiempo había comenzado con características diferentes a los de la etapa anterio, ya que Everton, al quedarse con un jugador menos no salió a presionar en medio campo como lo había hecho desde un comienzo.
Sin embargo, en una contra aparentemente sin mayor peligro, vino un centro de Dylan Zúñiga, cabeceó Cecilio Waterman y la pelota claramente dio en el brazo de Camilo Moya.
Gilabert, tras consultar el VAR sancionó el penal y fue el propio atacante panameño que ejecutó y engañó completamente a De Paul. Primer gol del moreno atacante en Everton.
LA U SE VA CON TODO A BUSCAR EL EMPATE
Inmediatamente después del gol, Rafael Dudamel determinó el ingreso de Thomas Rodríguez por Camilo Moya: un delantero por un volante, quedando Pablo Aránguiz como enganche, posición donde se siente mucho más cómodo que jugando pegado a la raya
Claro indicio de lo que sería el desarrollo del partido en el segundo tiempo: Universidad de Chile atacando y Everton defendiendo la ventaja. Con pedidos de penal por cada roce que se pdroducía en el área visitante.
Con el ingreso de Simón Contreras por Luján, los azules quedaron con dos punteros bien abiertos y que sienten la vocación de abrir la cancha para provocar flancos en la defensa ruletera.
SIN PROFUNDIDAD
Demás está decir que a contar del gol el dominio de Universidad de Chile fue absoluto.
Pero sin mayor claridad, en todo caso.
Everton replegó sus líneas y cerró todos los caminos hacia el arco de Torgnascioli.
Tanto es así que más allá de muchos centros que cruzaron el área visitante, las únicas oportunidades relativamente cercanas a ser gol fueron un tiro desde fuera del área de Aránguiz que pasó cerca del travesaño y un centro que Larrivey no pudo conectar de cabeza en el área chica.
Por lo mismo, el pitazo final marcó una sensación de frustración generalizada entre todos los azules, porque saben que desaprovecharon una inmejorable ocasión para quedar como únicos punteros del campeonato.
En cambio, la alegría generalizada de los ruleteros se justifica plenamente: ganarle a la U 11 contra 11, ya era para celebrarlo. Imaginense si se gana con un hombre menos. Y eso fue lo que pasó esta noche en Rancagüa.
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: Twitter oficial de Universidad de Chile y Everton
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS