Con una gran actuación del arquero chileno y un excelente nivel de varios históricos, Chile logró empatar 1 a 1 como visita ante la Argentina de Messi. Un punto que se disfruta y que puede ser decisivo a la hora de clasificar.
Para que andamos con cosas. Un empate ante Argentina por clasificatorias y como visita se toma como un muy buen resultado, considerando que ante la albiceleste la historia nos condena. Pero más allá del punto y más allá de que el rival era el equipo de Messi, queda el gusto grato de que Chile estuvo a la altura y principalmente los jugadores de la generación dorada, que a pareciera que cada partido que pasa están rindiendo un examen ante las críticas y las dudas, pero que en la cancha terminan una vez más graduándose de súper cracks.
Como era esperable la primera etapa tuvo a Argentina como principal protagonista, manejando el balón y los tiempos y por sobre todo volcando el juego en campo chileno. A la Roja se le notó mucho la falta de un jugador creador y habilitador en el mediocampo, lo que hizo que los delanteros chilenos quedaran muy huérfanos, recibieran escasas pelotas con ventajas y la mayoría de las veces debieron enfrentar de espaldas la marca de más de una pierna argentina.
CLAUDIO BRAVO INMENSO
Así, Chile no tuvo mucho fútbol, le costaba salir y también generar algo de fútbol fluido. Argentina en tanto, presionaba bien y recuperaba rápido, complicando aún más a los nuestros gracias a la gran movilidad de Di María que fue un puzzle indescifrable para la defensa chilena y además Messi también se vio con las luces prendidas, tomando las jinetas y generando varias diagonales que también provocaban un descalabro en la última línea nacional.
Sin embargo, a pesar de esa superioridad albiceleste, el partido era parejo, porque a pesar de tener la pelota los trasandinos no eran capaces de eludir con claridad la última frontera. Eso hasta que un pase en profundidad de Di María parecía que era bloqueado por Maripán con solvencia, sin embargo el defensor estuvo muy lento y poco inteligente y de la nada apareció Lautaro Martínez que le gana la espalda al chileno, que en su afán por revertir su error se lanza al piso y pasa a llevar al delantero argentino en el área nacional. Al principio el árbitro venezolano no había cobrado nada, sin embargo el VAR no la dejó pasar y consideró que el débil toque era suficiente para cobrar la pena máxima.
Frente a la pelota Messi que con clase y tranquilidad, definió sin error y anotó el uno a cero para Argentina a los 24 minutos de juego.
Con eso parecía todo cuesta arriba, pero a los 36 Chile logró el empate tras un tiro libre, su única arma a esa altura para acercarse al arco argentino. El centro fue Charles, la aparición por la segunda palo de Medel y arrastrándose logró meter la pelota al medio del área chica dejando solo a Alexis que con un toque suave y sin marca, anotó el empate. De paso el «NIño» Maravilla anotó así su primer gol en su carrera contra la albiceleste.
Pero faltaba algo más. Porque en el último minuto, Bravo fue el salvador, un crack y metió una vez más una de sus atajadas nuevamente en la historia de nuestro fútbol en un hito inolvidable, porque sinceramente el 1 de Chile estuvo soberbio para manotear un tiro libre de Messi que se metía al ángulo ¡Tapadón histórico!. El tiro libre era muy cerca del área en el último minuto del primer tiempo, gracias a que Pulgar cometió una falta contra Messi que no tenía ningún sentido, porque el argentino ya perdía la pelota. Messi le pegó con toda su calidad y la pelota se metía en un ángulo, pero hasta ahí llegó la mano salvadora de Bravo para ahogar ese grito de gol que le debe haber quedado doliendo en la garganta al mejor jugador del mundo. Claro que esa no sería la única jugada destacada de Bravo.
LA GENERACIÓN DORADA ES INCOMBUSTIBLE
Es cierto que el recambio no ha llegado, ni ha explotado como se esperaba. Es cierto también que las dudas y las críticas han estado en la palestra sobre los jugadores históricos que no lograron clasificar al mundial de Rusia. Pero es innegable que esos históricos siguen siendo trascendentales en La Roja y mientras no aparezcan las nuevas figuras, estos hombres ya curtidos siguen siendo el gran sostén de nuestra selección.
Junto a Bravo. Gary Medel estuvo extraordinario, fiero como siempre y con una impronta y personalidad que le permite echarse al bolsillo a cualquier rival. Aranguiz en lo suyo, manejando los tiempos en el medio con su fácil salida y Sánchez demostrando como su gran calidad no tiene nada que envidiarle incluso al gran Leo Messi. Sumo a este recuento al Chueco Mena, que viene de una temporada magnífica en Racing y como se nota que está en su mejor momento, fue realmente impasable en su orilla, donde Argentina además cargó todo el juego.
Lo mejor del segundo tiempo, es que Chile mejoró mucho en el control del balón y eso le permitió tener un respiro, logrando incluso meter en pasajes del juego a Argentina en su propio campo. Tanto así, que si bien nunca llegó con un peligro real hubo un momento que se podía sentir que con un poco más de fineza en los últimos metros se podría haber ganado, especialmente cuando los laterales, Isla y Mena por el otro lado, se soltaron y empezaron a llegar en situaciones ofensiva y a hacer daño con sus centros.
Sin embargo, Argentina metió un par de cambio, que le devolvió el equilibrio en el medio y les permitió recuperar el protagonismo en el juego. Así en la última parte de la etapa, Argentina fue el dueño del encuentro, Con Chile muy metido atrás y apostando a cuidar a como diera lugar el empate transitorio.
Y eso lo hizo bastante bien Chile, lo que obligó a Argentina a buscar mucho con centros o remates desde lejos sin mucha fortuna. También comenzó a aparecer Messi, que entendiendo que esa defensa cerrada de los rojos se podía vulnerar con un arranque individual y por ahí tuvo un par tras tomar la diagonal y rematando al pórtico, pero Bravo siempre estuvo soberbio para evitar el gol.
Finalmente, La Roja aguantó hasta el final y terminó consiguiendo un empate valiosísimo, que si bien por ahora nos deja con 5 puntos en la sexta posición, es un punto que suma y que seguramente podría ser incluso fundamental a la hora de definir una clasificación. Y ante Argentina, por supuesto que se disfruta aún más.
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