Una ráfaga resultó suficiente. En el segundo tiempo, De Arrascaeta y Vitinho, en dos ocasiones, apuntalaron con goles el triunfo 4-1 de Flamengo sobre Defensa y Justicia. El equipo carioca ganó los dos juegos y se clasificó para los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde esperará por el ganador de la serie entre Olimpia (Paraguay) e Internacional (Brasil). Fin del sueño del Halcón, que jugó con el corazón, pero lejos de la partitura que mejor le sienta.
Un inicio sin preámbulos, con Flamengo al ataque, como si desestimara la ventaja del encuentro de ida. Un posicionamiento ambicioso, como si en el corto recorrido como entrenador del club carioca, Renato Gaúcho respetara la tradición y la grandeza de uno de los equipos más populares de Brasil. La presencia de figuras de la talla de Filipe Luis, Diego, Gabigol, Bruno Henrique, Everton Ribeiro o el chileno Mauricio Isla, otro respaldo para el deseo de recuperar la gloria perdida.
Por la derecha y por la izquierda, Flamengo desbordó a Defensa y Justicia. Y como si necesitara enseñar el amplio abanico de argumentos, con una acción de pelota parada abrió el marcador: Rodrigo Caio, de cabeza, tomó ventaja de la diferencia de altura que tenían los brasileños y ajustició a Ezequiel Unsain.
Desorientado y perdido el Halcón, Bruno Henrique tuvo la oportunidad de estirar la ventaja, después de una asistencia de Gabigol; minutos después, cambiaron los roles y fue el artillero el que conectó y expuso los reflejos de Unsain, que con un manotazo desvió el balón al tiro de esquina. Una caída del artillero en el área, después de un contacto leve de Tomás Cardona, que el árbitro chileno Tobar desestimó, al igual que el VAR; Sebastián Beccacece intentó un reacomodamiento de piezas y a los 22 minutos ensayó un cambio: Nicolás Tripicchio por Rodrigo Contreras.
Lejos de imponer su libreto, de presión y control para maniatar al rival, Defensa y Justicia sufrió a Flamengo, que en media hora de juego se hizo dueño de la pelota, pero también de las situaciones de riesgo: Gustavo Henrique, de cabeza, conectó sin dirección, después de ganar en la altura ante una salida en falso de Unsain.
El dominio y las estrellas de Flamengo provocan ilusión en su gente, que tuvo el aval de la Conmebol y del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro -estuvo en el estadio Mané Garrincha- que habilitaron la presencia de 18 mil espectadores. Y cuando todo era fiesta en las tribunas, un error del arquero Diego Alves -intentó jugar con los pies y la pelota rebotó en el colombiano Raúl Loaiza, que fue a incomodar la salida del guardavalla-, representó el empate sorpresivo de Defensa y Justicia, que sin patear el arco se ponía a tiro de la clasificación.
Sacudió el banco de suplentes el DT Renato Gaúcho y con Michael -auto del gol en Florencio Varela- renovó la explosión de Flamengo, que se había apagado entre el cansancio, las equivocaciones en el traslado y la intrascendencia de algunos futbolistas que bajaron su rendimiento. Y fue el delantero ingresado quien despabiló a sus compañeros: de un remate que devolvió el travesaño, el uruguayo De Arrascaeta tomó el rebote y de cabeza convirtió el 2-1.
Con Miguel Merentiel y Lucas Barrios, Defensa y Justicia apostó sus últimos plenos para revertir la serie. No tuvo el juego ni la dinámica de otros juegos, pero dejó la piel y expuso su enorme corazón. Vitinho, en la primera intervención, recortó para su pierna izquierda y sacó un remate fortísimo, que no encontró la mejor respuesta de Unsain; más tarde, hizo un enganche para su pierna derecha y volvió a hacer blanco. No le alcanzó al Halcón para firmar otra página con épica en los torneos internacionales, esta vez Flamengo y su jerarquía lo dejó vacío en Brasilia.
/La Nación de Buenos Aires
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