Argentina estrenó el título ganado en Brasil con un buen triunfo en Caracas con goles de L. Martínez, A. Correa y J. Correa. Descontó Soteldo de penal
Regresó el campeón de América. En la primera de estas tres fechas de Eliminatorias en una semana, Argentina visitó con éxito a Venezuela en Caracas, sumando nuevamente de a tres. Buen triunfo de la Selección por 3-1, con goles de Lautaro Martínez, Joaquín Correa y Ángel Correa. Descontó Soteldo de penal. Messi jugó los 90 minutos y, de milagro, no lo lastimaron después de un patadón. Con 15 puntos en la tabla, el equipo de Scaloni visitará el domingo a Brasil en San Pablo.
El festejo de Argentina (AFP).
La fiesta no se termina. Sigue durando. La gira de la Selección no finalizó en el Maracaná. Ahí empezó la etapa del post 28 años, comenzó el momento de disfrutar de ser el dueño del continente después de casi tres décadas. Y en su primera presentación tras la gloria eterna, 55 días más tarde, la Argentina estrenó el parche del campeón en el pecho y lo hizo dejando en claro que la idea sigue creciendo, que el equipo se va afirmando, que la Scaloneta anda derechita, que el camino a Qatar parece estar mucho más sencillo de lo que fue llegar al Mundial de Rusia.
La Selección, con un once muy parecido al de la vuelta olímpica en Río de Janeiro, mostró la chapa y sacó un triunfo importante en Venezuela, ante un rival que es de los más accesibles, pero que de local había sumado algunos puntos -le había ganado a Chile y había empatado ante Uruguay-. Era un duelo difícil porque todavía había olor a fiesta y eso podía confundir, era incómodo porque era el primero de titular para muchos (Messi, por ejemplo) tras las vacaciones, la pretemporada y el comienzo del calendario en Europa. Pero el amor propio, el sentido de pertenencia (que se hizo más patente que nunca en esta fecha FIFA, cuando los clubes presionaron y el único plantel completo fue el argentino) y un buen funcionamiento colectivo dieron como resultado una goleada necesaria, para encaminar una Eliminatoria siempre complicada, para mantener el segundo puesto, para llegar al clásico del domingo con el ánimo por encima de las nubes…
Lautaro celebra su gol (AP).
Lo mejor de la Selección se vio en el primer tiempo, cuando las piernas estaban más frescas. Scaloni apostó por un 4-4-2, con Di María abierto a la derecha, Lo Celso a la izquierda, con Guido Rodríguez y De Paul compartiendo el medio. Y arriba, Messi a la derecha, suelto, y Lautaro bien de área. Con un esquema tradicional, con jugadores que ganaron química en la Copa América, el team generó cinco situaciones de gol muy claras -la top, el zapatazo de De Paul en el travesaño-, pero recién pudo sonreír en el descuento cuando el rival ya tenía uno menos por ese patadón criminal a Messi. Y fue con una jugada bien argenta: la escondieron entre Messi y Di María, luego el autor intelectual del golazo fue Lo Celso y Lautaro Martínez definió con clase.
En el segundo tiempo, el partido parecía planchado. Argentina tenía la pelota, el control, pero no lastimaba. El 1-0 parecía corto y más después de ese tiro de Soteldo que casi se convierte en el empate. Y ahí la Selección terminó el partido, de la mano de los Correa. Los cambios de Scaloni decidieron el match, y fueron justamente dos futbolistas que venían de buenos rendimientos en sus clubes, el Inter y el Atlético Madrid. Joaquín metió el segundo, tras una asistencia de Lautaro, su nuevo compañero de equipo. Y al toque llegó el grito de Angelito, tras aprovechar un rebote, luego de una linda jugada colectiva.
La noche terminó tan redonda en Caracas (más allá del descuento de penal de Soteldo, que se la picó a Dibu Martínez) que Scaloni se dio el lujo de cuidar piernas, de no sufrir ninguna amarilla de los que estaban al límite y hasta darle minutos a Paulo Dybala nuevamente. La Selección sigue de caravana y la alegría não tem fim.
/Escrito por Hernán Claus para Olé de Buenos Aires
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