Un golazo extraordinario del brasileño pone cara a la manita del Real Madrid, que liquida al Shakhtar y deja atrás sus dudas para llegar enchufado al Clásico con Barcelona
El Real Madrid enterró en el Olímpico de Kiev sus dudas. Allí donde el pasado año se generó su primera crisis, el equipo de Ancelotti atropelló al Shakhtar con paciencia y talento. Maduró el partido, aprovechó el error del contrario para desatarse tras el descanso. Fue entonces cuando Vinicius derramó toda su clase, con un gol memorable para rematar el partido, marchándose de cuatro y sorprendiendo al portero. Extraordinario, en medio de una manita abrochada por Rodrygo y Benzema, la tripleta de Ancelotti. Otra apuesta que le sale bien.
El Shakhtar de Janeiro podría disputar un derbi contra Botafogo o Fluminense. Con ocho brasileños en su alineación inicial, baja las revoluciones del partido para hipnotizar al rival con su toque fino. Tac, tac, tac. Pases precisos y, cuando te confías, meten un balón vertical y te matan. Es un tipo de juego que al Madrid se le atraganta, especialmente porque no es un equipo especialmente dotado para la presión y el robo. Aunque salieron bien los blancos, la partida se igualó por el empeño de ambos en no cometer ni un error.
Tampoco nos engañemos, al mediocampo sagrado del Madrid, Casemiro-Kroos-Modric, le viene bien ese ritmo lento, porque con la pelota son inigualables. Quien mejor entendió la dificutad del duelo y la mejor receta, acabar las jugadas, fue Kroos, que lo probó de lejos un par de veces. Descubrió que Trubin, el meta ucraniano, estaba bien colocado pero no blocaba una, y restó opciones de contra al Shakhtar. Sólo sacó una en el primer tiempo, y aunque estaba anulada por fuera de juego previo, heló la sangre blanca. Solomon, que ya fue un dolor de muelas el pasado año, explotó la banda derecha y el centro atrás obligó a Mendy a esforzarse para evitar el gol. Aunque no valiera.
El primer tiempo se escurría sin remedio cuando una salida de Lucas desde el lateral derecho llamó a la suerte. Benzema corrió hacia la misma portería donde le hizo la cuchara de futbolín a Karius, y esta vez provocó el pánico en Kryvtsov. El capitán ucranio intentó despejar con la zurda y colocó una vaselina perfecta sobre Trubin. Gol. La realización subrayó la posición legal de Benzema en el momento del centro de Lucas, y ahí explotaron las cabezas. ¿Se habría anulado en caso de arrancar Karim en fuera de juego? ¿Aunque no hubiera tocado la bola y Kryvtsov anotase con su ‘salvada’? Una coña marinera.
Tras el 0-1 el Madrid pudo matar la contienda. Benzema, por duplicado, y Rodrygo tuvieron el segundo. Trubin salvó la más clara, una volea de Karim espectacular, permitiendo al Shakhtar llegar con vida al descanso. De Zerbi, enfadadísimo durante todo el primer tiempo, metió dos cambios para variar la dinámica. Y la varió. Vaya si la varió.
Con Marlos y Marco Antonio, el Shakhtar se fue arriba y dejó espacios atrás, invitando a los delanteros blancos a buscarlos. Por la espalda de Dodo apareció Benzema para tirar la diagonal y servir atrás a Modric. El pase de primer toque del croata, extraordinario. La definición de Vinicius, brillante, picando cruzado. Sólo era el aperitivo de lo que estaba por venir. Nueve minutos después, Vini encaró a Dodo en la izquierda, le tiró dos bicicletas para eludirle, sorteó a Maycon, picó hacia fuera ante Kryvtsov y, ante el acoso de Marlon, remató violento, casi sin ángulo, batiendo a Trubin. Un golazo monumental.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS