El equipo del Loco le ganó 2-1 al Norwich, último en la Premier, y salió de la zona de descenso.
Seguramente Marcelo Bielsa no se fue a su casa con una sonrisa en la cara. Su Leeds volvió a dejar dudas en el juego y apenas superó ajustadamente al último equipo de la tabla de la Premier. Sin embargo, el 2-1 al Norwich sí tiene un valor emocional enorme, porque se jugó como una verdadera final anticipada por la permanencia y el premio para los del Loco no es poca cosa: dormirán fuera de la zona de descenso.
En la primera mitad pasó verdaderamente poco, pero el Leeds tiene entre sus filas a un distinto como Raphinha, de reciente llegada a la selección de Brasil, que merodeó varias veces con peligro al Norwich. Y la más clara fue para los del Loco: remate de James y Hanley alcanzó a despejar in extremis sobre la línea.
Las emociones quedaron reservadas para un complemento furioso, que tuvo tres goles en apenas seis minutos. Primero fue el momento de Raphinha, que armó una apilada espectacular adentro del área y puso el 1-0. Pero al toque el arquero Meslier regaló un córner y en esa acción Norwich lo empató de cabeza, con Omobamidele.
Sin tiempo para respirar, Leeds reaccionó y encontró el gol de la victoria, también con complicidad del arquero rival. Rodrigo le prendió mecha desde lejos y la pelota se le escurrió entre los brazos a Krul. El final fue caliente, con algunos roces entre los jugadores, pero el triunfo -el segundo de la temporada en Premier- quedó del lado del Leeds. Un alivio necesario para volver a pensar en mejorar desde el juego.
LA PALABRA DE BIELSA
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