Un triunfo increíble de Universidad de Chile. estaba perdiendo 0-2 y condenada al descenso directo. Sin embargo, con dos goles de un Arias inmenso y un tanto marcado en el último minuto por Junior Fernandez se salvó absolutamente de todo
Cuando se está en una situación desesperada, todo vale. Alguien dijo una vez: «si se está incendiando mi casa, no me fijo si el bombero que llega es rubio o moreno, si tiene los ojos verdes o negros. Lo único que me interesa es que tenga una buena manguera».
A propósito de qué decimos esto: de la camiseta con la que Universidad de Chile utilizó para enfrentar este decisivo partido con Unión La Calera. Si no se fijaron, vean las fotos y comprobarán que no tenía al auspiciador habitual, Petrobrax.
¿Por qué? nadie quiso entregar una respuesta oficial al interior de la U. Pero, trascendió que el auspiciador en cuestión era el mismo que lucía River Plate en su camiseta cuando descendió en Argentina. Por lo mismo, por si acaso…y como yo no creo en brujos, Garay, pero de que los hay…los hay»…el auspicio que lucía la camiseta de Universidad de Chile en su camiseta era Lubrax.
EN LA CANCHA LO QUE VALE ES JUGAR MEJOR QUE EL RIVAL
Todo lo que ayude a ganar, bienvenido sea. Pero, no hay mejor ayuda que jugar mejor que el rival.
Y lo cierto es que Universidad de Chile se plantó mejor en la cancha desde el inicio del partido.
Influyó seguramente la noticia de la tempranera apertura de la cuenta a favor de Melipilla, que condenaba a Huachipato y le daba algo de oxigeno a los azules.
Por esa razón u otra, la U se vio tranquila (por momentos no faba la sensación de estar jugando puntos tan valiosos) y bien parada en la cancha. Sin problemas los tres zagueros del fondo para controlar al Sacha Sáez, que era el único punta de los caleranos. Controlando también sin oposición el medio campo, donde destacaba el despliegue habitual de Gonzalo Espinoza. Y arriba, como ha sido habitual en estos últimos partidos de Universidad de Chile, insinuando más que llegando con real peligro al arco de Alexis Martín Arias.
En ese aspecto, el argentino Luján es el mejor ejemplo: busca por ambas puntas, gambetea, aparece en el área por sorpresa, pero de goles, nada.
GOLES DE HUACHIPATO HUACHIPATO Y CASI GOL DE SÁEZ
Así como se recibió con una sonrisa en los labios, el gol de Sosa que puso en ventaja a Melipilla, el empate de Baeza cerca de la media hora transmitió una sensación de intranquilidad en el pueblo azul
Y coincidió con la primera distracción defensiva de Universidad de Chile. Sus zagueros se quedaron reclamando una supuesta falta a Espinoza y Sáez se fue solo, enfrentó al arquero Campos y casi le botó el arco con un tremendo derechazo que devolvió el travesaño.
Pero, cuando los nervios ya afloraron absolutamente en Rancagua fue cuando Huachipato se puso en ventaja con gol de Nequecaur y casi de inmediato fue expulsado el «Pelao» Camargo en Melipilla, lo que abría las puertas para una goleada acerera que hasta ese minuto seguía siendo el factor desequilibrante en favor de Universidad de Chile.
Pudo llegar la cuota de tranquilidad si Benjamín Saravia confirma el penal cobrado inicialmente al Quili Vilches, en un remate – para variar- de Luján. Sin embargo, al consultar el VAR, el árbitro rectificó acertadamente, porque de ninguna manera había brazo extendido del zaguero cementero y no correspondía la pena máxima.
El golpe de gracia lo tuvo en sus pies, casi al finalizar el primer tiempo, Pedro Sánchez. Se llevó con gran facilidad a Arias y Cristóbal Campos se jugó la vida para evitar el gol del delantero argentino
SEGUNDO TIEMPO Y GOL DE CALERA
Ahora, las noticias que llegaban desde otras canchas eran un incentivo para Unión La Calera. Porque Curicó abría la cuenta al terminar el primer tiempo ante Audax Italiano y eso abría las puertas al conjunto de Meneghini para meterse en Copa Libertadores.
Que lo supieron en los camarines de la visita no quedó la menor duda. Porque en la primera jugada del segundo tiempo, Erick Wiemberg se llevó la pelota desde su propio campo y a la entrada del área habilitó a Pedro Sánchez, que esta vez no falló y la clavó arriba en el arco de Campos.
Uno a cero y en ese minuto Universidad de Chile estaba descendiendo directamente a Primera B.
Por lo mismo, Cristián Romero se jugó de inmediato dos cartas: Marcelo Cañete y Junior Fernandes a la cancha. Afuera Aránguiz (que estaba con tarjeta amarilla y al que le perdonaron la vida en el primer tiempo) y Morales.
El ingreso del ex Cobresal le dio a los azules un traslado de pelota que no había tenido hasta ese minuto. Y como Unión Calera comenzó a defender cada vez más cerda de su arco el partido comenzó a jugarse desde medio campo hacia el área visitante.
SAEZ PARECÍA REMACHAR A LA U Y ARIAS LA METE EN EL PARTIDO
Minuto 75´y el golpe de knockout. Cuando parecía que pese a su falta de fútbol y claridad, Universidad de Chile podía empatar el partido por la presión que estaba ejerciendo, en una contra aislada otra vez quedó desubicada la defensa de Universidad de Chile, el Sacha Sáez apareció en solitario por la derecha y con cierta complicidad del arquero Campos la pelota llegó a la red.
Pudo liquidarlo Unión La Calera porque la defensa azul no existía, ya que todos estaban jugados en ataque, pero no concretaron ninguna de las contras en que llegaron en superioridad numérica al área local.
Y la prueba de que toda la U estaba jugado en ataque es que a los 84´apareció Ramón Arias debajo del arco calerano y anotó el descuento, el gol de la esperanza.
DIEZ MINUTOS NO APTOS PARA CARDIACOS
Como era de suponer, si Universidad de Chile ya había metido a Unión Calera en su propia área, después del descuento de Arias esta presión se intensificó.
Porque salvo Cristóbal Campos todos se fueron a buscar el gol de la salvación.
Y otra vez apareció Ramón Arias para recibir un pase en el área chica y derrotar con un remate bajo al arquero calerano.
Dos a dos, empate y todos revisar la Tabla de Posiciones para saber que pasaba en este caso
Y LLEGÓ LO INCREIBLE
Cuando el partido se iba, cuando la calculadora hervía, una pelota cruzó el área en el minuto 94´y ahí apareció Junior Fernandes en el área y mandó la pelota adentro
Lo que pasó después sólo podría describirlo aquel poeta que escribió: «la razón tiene razones que el corazón no entiende»
Porque el frenesí y la locura fue total y absoluta en Rancagua.
Y no es para menos: haberse salvado así del descenso equivale a ganar diez campeonatos invictos.
Por lo mismo, mañana habrá tiempo para reflexionar, reconocer que hay errores que no pueden volver a repetirse , comenzar de cero y hacer por fin las cosas bien para no volver a estar a las puertas del infierno.
Esta tarde, en medio del cielo, sólo hay tiempo para llorar y gritar: «NOS SALVAMOS»
/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos.Twitter oficial de Universidad de Chile y Unión La Calera
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS