Fue otra de las grandes figuras de Universidad Católica en el Clásico. Patrón absoluto del medio campo y con un espíritu de lucha encomiable. Tanto que recibió un tremendo golpe en la nariz, quedó muy mareado y aún así siguió luchando hasta el último minuto.
Estas fueron sus declaraciones finales:
«Era un clásico, había que ganarlo sí o sí, había que salir de la mala racha. Gracias a Dios pudimos ganar, recuperamos confianza»
«Hicimos un primer tiempo muy bueno. La U salió en el segundo a jugar bien, pero pudimos soportar. Era importante ganar para recuperar la confianza»
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