De acuerdo a la rotación determinada por el Ingeniero, en La Liga ataja Rui Silva y en la Europa League lo hace Claudio Bravo. Por eso, el chileno fue titular en el triunfo por 3-2 ante el Ludogorets
Afrontará el Real Betis el doble enfrentamiento con la AS Roma, con quien debe jugarse el liderato final de este Grupo C de la Europa League, con un pleno de seis puntos en los dos primeros envites de la competición continental. Sufriendo, como suele ser sino de los verdiblancos, logró el equipo de Manuel Pellegrini vencer al Ludogorets en el choque de la segunda jornada de la UEFA Europa League 22-23. Fue superior el equipo verdiblanco. Fue siempre por delante en el marcador. Incluso, en dos ocasiones, tuvo dos goles de diferencia el cuadro bético. Pero en ambas ocasiones logró acortar distancias y meterse en el choque el cuadro dirigido por Ante Simundza. Pero a base de lucha y entrega, y también alentados por el siempre fiel seguidor verdiblanco, los tres puntos se quedaron en el casillero del Betis que es puntero, como dice Pellegrini, de su grupo en la Liga Europa.
Marcó Joaquín un auténtico golazo que levantó a los béticos de todos los asientos desde donde vieron el partido. Luiz Henrique tuvo una primera parte muy destacada y marcó el 1-0. Y Canales marcó el tercero, de bella factura, pero con la colaboración del meta visitante Padt. Sigue acostumbrado a ganar este Betis.
El Betis fue el protagonista del partido en la primera mitad. Los de Pellegrini le dejaron claro al Ludogorets, desde el pitido inicial y sin ambages, que iban a por el partido. De hecho, antes del minuto diez de juego ya se contabilizaban hasta tres llegadas peligrosas al área defendida por el equipo de Razgrad en las que Canales y Luiz Henrique se mostraron especialmente activos. El brasileño está empezando a encandilar a la afición bética. Justo en ese minuto diez el público asistente al Villamarín, Pellegrini y el banquillo y Luiz Henrique y sus compañeros reclamaron un penalti sobre el extremo llegado procedente del Fluminense. El ’11’ bético se coló en el área de castigo y fue emparedado para acabar derribado por dos defensores del equipo búlgaro. Todos vieron penalti, incluso en la repetición por la televisión. No lo cobró el letón Treimanis ni fue avisado por el VAR. Pareció más claro incluso que el de la semana pasada a Carvalho en Helsinki.
Pero después de tantos avisos, el Betis se adelantó con justicia en el marcador. Fue después de una buena parada del portero visitante Padt a un disparo de Canales desde la frontal del área. La pelota fue hacia la izquierda del ataque bético, donde apareció Miranda para central la pelota al segundo palo donde Luiz Henrique metió su cabeza para marcar, además de llevarse una patada en la cara. Se celebró el tanto, el primero del joven extremo brasileño con la camiseta del Betis desde su llegada. Era el minuto 25.
Luego hubo minutos en los que el Ludogorets tuvo más la pelota que el Betis. Fruto de ello fue la ocasión que Cauly tuvo para empatar el partido. El futbolista brasileño, uno de los que tiene el equipo búlgaro, recogió un rechace en la frontal del área local y empalmó un disparo que Claudio Bravo despejó a córner en un paradón.
Pero después llegó el segundo tanto verdiblanco. Qué digo gol. Un golazo del capitán Joaquín. Combinó el de El Puerto un par de veces con Canales en el flanco izquierdo del ataque verdiblanco. Con toques cortos. En la segunda ocasión, Joaquín controló la pelota, avanzó lentamente en el pico del área hasta que vio el hueco y, con el portero adelantado, puso el esférico donde quiso, en la escuadra contraria para levantar a los béticos de sus asientos. 2-0 y el Betis parecía encarrilar el partido. Parecía, porque el Ludogorets se metió en el partido. Una falta de Aitor Ruibal en el lateral del área fue lanzada directamente a gol por Despodov. El tanto fue validado por el árbitro gracias a la tecnología de gol, porque Bravo llegó a despejar, pero la pelota ya había cruzado la línea. Con el partido abierto por el marcador se marchaba la contienda al descanso.
El inicio de los segundos cuarenta y cinco minutos iba a tener los mismos derroteros que venía teniendo en el arranque del choque, con el Betis controlando y haciendo que Villamarín fuera una fiesta escasos cuatro días después del triunfo liguero ante el Villarreal. La pelota estaba en el campo del Ludogorets, aunque los visitantes intentaba salir con velocidad hacia el área defendida por Bravo. De hecho, en una ocasión, tras ganar un rechace en una acción favorable al Betis en área visitante, hasta cinco futbolistas del equipo de Simundza se plantaron en el área local, Luiz Felipe corrió como un poseso para evitar males mayores y, aunque hubo disparo, el portero chileno envió la pelota a saque de esquina.
Fue el preámbulo del tercer gol verdiblanco. Canales porfió y ganó una pelota en la zona de tres cuartos con Piotrowski y avanzó con la pelota pegada al pie. Se acercó a la frontal a la altura de la corona del área y probó fortuna desde lejos con un potente disparo. El santanderino se encontró con la colaboración estimable del portero visitante Padt que no agarró la pelota con sus dos manos y sólo pudo ver cómo la pelota acababa colándose en su portería. No se iba a acabar ahí el partido. Volvería a meterse en el mismo el Ludogorets. Rick, que había entrado al encuentro en la segunda mitad, recogió el rechace de un saque de esquina en el pico izquierdo del área local y no se lo pensó para batir a Bravo por el palo corto con un disparo lejano. Era el minuto 74 y los nervios se apoderaban de los béticos. En las gradas. Y también en el césped.
En el descuento, una pérdida de Rodri ocasionó una clarísima ocasión del Ludogorets para empatar. La pelota le llegó a un atacante del Ludogortes que, después de quebrar a un defensor del Betis se quedó sólo ante Bravo. Logró sacar el disparo que, menos mal, echó fuera. Respiro y tres puntos para ser el líder del Grupo C de la Europa League.
/Escrito por Jesús Sevillano para ABC de Sevilla
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