Sobre el final del encuentro con Estudiantes de la Plata llegó el esperado regreso al gol del Pibe. De La Cruz lo dejó solo con una gran habilitación y el ex Colo Colo definió entre las piernas del arquero pincha, que tuvo una noche fatídica.
Los primeros partidos de Pablo Solari en River habían sido como un soplo de aire fresco en un equipo que había quedado eliminado de la Copa Libertadores y perdido a Julián Álvarez, su goleador y MVP, quien partió rumbo al Manchester City. En ese marco, el Pibe tuvo una gran presentación goleadora, con una gran racha de siete gritos en cuatro partidos.
En la previa del superclásico Solari sufrió una lesión ante Barracas y, de ahí en adelante, quedó seco. La molestia no le impidió llegar al duelo en la Bombonera, pero en adelante no pudo aportar el desequilibrio ni la cuota goleadora que arrastraba. No obstante, hasta el duelo del miércoles frente a Estudiantes, Gallardo lo mantuvo como titular.
La racha sin gritos de Solari se extendió durante siete encuentros y ante el Pincha el Muñeco lo sentó entre los suplentes. Pero el destino le hizo un guiño, ya que la lesión de Lucas Beltrán le permitió ingresar a la cancha antes de lo previsto, a los 35 minutos del primer tiempo.
Le costó sacarse la mufa, porque antes de su gol, el 3-0 que empezó a definir la historia, había tenido una chance clarita que no llegó a empujar tras un desborde de Herrera. Y aunque no hubiera valido porque había offside previo, también mandó un mano a mano afuera.
Sin embargo, sobre el final del encuentro llegó el esperado regreso al gol del Pibe. De La Cruz lo dejó solo con una gran habilitación y el ex Colo Colo definió entre las piernas del arquero pincha, que tuvo una noche fatídica. Por eso la bronca y el tremendo desahogo en su festejo después de un tanto que se estaba haciendo desear. De yapa, aunque no fue asistencia, también le cedió la pelota a Matías Suárez en la previa del 5-0.
A pesar de la seguidilla de encuentros sin meterla, Solari se mantiene como el máximo artillero de River en este semestre. Acumula ocho gritos (cinco en la Liga y tres por Copa Argentina) en 16 partidos, a razón de uno cada dos presentaciones. En esa tabla lo sigue Miguel Borja, quien con su doblete a Estudiantes llegó a los seis goles con la Banda.
Fuente: Olé de Buenos Aires
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