El Porto de Lisboa se impuso por 0-3 en el BayArena en un partido en el que los locales no merecieron tanto castigo, pero pagaron caro por su falta de gol
El debut europeo de Xabi Alonso se saldó con un excesivo castigo para su equipo. El Porto goleó 0-3 a un Bayer Leverkusen que tuvo buenas ocasiones, pero al que le condenó su falta de acierto en ambas áreas. Dos penaltis absurdos y un fallo desde los once metros de Demirbay decantaron la balanza hacia los lusos.
Galeno anotó el primero y provocó dos penaltis. Costa, por su parte, lo paró absolutamente todo. Dos hombres que tumbaron el plan del Leverkusen al completo. Con esta victoria y el empate entre Atlético y Brujas, el Porto se coloca como segundo clasificado con seis puntos.
En la primera parte en la que en todas las jugadas decisivas cayó la cruz para el equipo alemán. Tras unos instantes iniciales en los que domaron el balón, en el primer acercamiento peligroso se pusieron por delante los de Conceiçao. Costa colocó un pase largo al pie de Galeno. El brasileño, que ya había anotado en la ida, volvió a perforar la meta alemana. Esta vez como titular y en los instantes iniciales.
El extremo superó al primer defensor solo con el control, eliminó a Tah con un buen recorte y definió abajo pegado al palo. Dónde los porteros no suelen llegar colocó la bola un Galeno que obligó a que Diaby no pudiera instalarse tan arriba para ayudar a Kossounou. El tanto generó dudas en los hombres de Xabi Alonso, que poco a poco lograron recuperar el dominio.
La presión arriba fue la fórmula para superar una defensa lusa que no concedía errores. Bakker fue el más peligroso del Bayer. El lateral cayó en al área a los 16 minutos de choque, y el colegiado le castigó con amarilla por simular. El VAR le dio la razón al ex del PSG, que se llevó las manos a la cabeza ante la decisión.
Una mala fortuna que no cesó
Además del tanto de Galeno, el guión de la ida continuó su curso. Costa detuvo el penalti, esta vez lanzado por Demirbay. El lanzamiento del ’10’ salió cruzado y a media altura, donde una buena estirada del guardameta puede echar por la borda el lanzamiento, y así fue. En la ida fue Schick el que erró, y cambiar el lanzador no solucionó el problema de puntería.
Tampoco tuvieron suerte los de Xabi Alonso en al otra jugada clave de la primera parte. Adli disparó a puerta, Costa no pudo hacer nada y el balón entró en la portería. Antes había golpeado en Schick, por lo que el colegiado tuvo que anularlo al entrar la bola directamente en la portería. Los alemanes marcharon al descanso mereciendo algo más.
El segundo tiempo continuó con la misma dinámica. La moneda volvió a salir cruz para los locales. Adli cometió una falta sobre Galeano muy cerca del árbitro y del área. El VAR volvió a dar la razón al Porto, corrigiendo a Kovac y pitando penalti. A Taremi no le tembló el pulso. El iraní esperó a que Hradecky se venciera para anotar por el centro de la meta.
La situación no cambió ya en todo el partido. Kossounou encimó a Galeno, que se dejó a caer dentro del área. Hubo contacto, quizá insuficiente, pero que no dejó opción al VAR para intervenir y modificar la decisión del colegiado. Taremi volvió a convertir la pena máxima, esta vez con más suspense. Hradecky tocó el balón, que golpeó el poste y se introdujo en la portería de nuevo. A 26 minutos para el final, el golpe ya fue definitivo.
Diaby y Schicky lo intentaron y Xabi Alonso trató de cambiar el choque desde los cambios, pero sus intentos fueron en vano. Entre Costa y la defensa lusa apagaron todos los incendios de los de rojo. Además, Diaby cayó lesionado en los minutos finales. En principio, dio la impresión de que se trataba de calambres. A pocas semanas del Mundial, unas molestias pueden suponer que el francés se quede sin acudir a la cita.
/Escrito por Pablo Duque para Marca de España
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