El arquero chileno fue la figura del equipo del Ingeniero Pellegrini en un partido bastante pobre y con un resultado que sabe a derrota para las aspiraciones del Betis
Estos son los partidos que hay que ganar si quieres estar arriba en la clasificación y optar a jugar la próxima temporada la Champions League. Ya llevaba dos salidas renqueantes el Real Betis, en Vigo y Valladolid. Se le añadió Cádiz. Incluso viendo como el conjunto amarillo tenía ocasiones claras para ganar el partido en el tiempo de descuento, principalmente. El Betis también tuvo ocasiones para lograr los tres puntos en el Nuevo Mirandilla, pero al final, gracias también a las paradas de Claudio Bravo, sólo sumó un punto. Sólo por momentos jugó un buen fútbol el equipo dirigido por Manuel Pellegrini, que no supo hincarle el diente a un equipo que está en descenso y que venía de empatar tres partidos consecutivos.
Sí cerró bien el Betis su portería, pero estuvo errático delante de la contraria. En el Nuevo Mirandilla ante el Cádiz hizo parecer que el cuadro verdiblanco tenía miedo a auparse al podio de LaLiga y recibir al Atlético de Madrid el domingo tercero y con dos puntos por delante. Es verdad que Pellegrini continuó con su política de rotaciones y hasta siete futbolistas variaron en el once respecto a los titulares del domingo ante el Almería. La principal novedad, el descanso de Canales tras cinco titularidades seguidas tras el parón de finales de septiembre (los dos partidos contra la Roma en Europa y ante el Celta, el Valladolid y el Almería en LaLiga). Mantuvo el técnico chileno a su sala de máquinas, la pareja Guido-William Carvalho por el centro, además de a Rodri y Luiz Henrique. Pero los primeros cuarenta y cinco minutos fueron de más a menos. Empezó mejor el cuadro bético y lo acabó mejor el conjunto cadista.
Al Betis le fue costando cada vez más ir a presionar arriba la salida de pelota del Cádiz desde atrás y el conjunto amarillo tuvo más acierto a la hora de entrar por las bandas, principalmente por la izquierda con un Brian Ocampo que hizo daño en la defensa del equipo verdiblanco. Pero todo este cambio de dinámica en el partido ocurrió tras una acción polémica en el área del equipo local que todo el Betis en el campo y todos los béticos en las gradas pidieron penalti.
Porque la primera ocasión clara del partido fue para los de Pellegrini. La salida de partido de los verdiblancos fue diametralmente distinta a lo hecho en Vigo y Valladolid. En el minuto 6, tras un disparo de Guido Rodríguez desde la frontal del área y una buena primera parada de Ledesma, la pelota quedó en el centro del área a donde llegó Willian José libre, sin estar en fuera de juego, pero disparó por encima del larguero. El dominio de los béticos hacía que la pelota la tuvieran los verdiblancos, aunque rondando poco, salvo en esa ocasión, la portería defendida por Ledesma. Hasta que llegó la acción polémica del primer tiempo y que cambió el rumbo del juego, porque el Cádiz despertó. En el minuto 20, todo el Betis reclamó penalti de Arzamendia sobre Aitor Ruibal por un empujón del zaguero paraguayo cuando el catalán había quebrado ya a un jugador cadista dentro del área. La acción era ridícula, penaltito, como se suele decir ahora, pero el empujón fue claro y existió. Mateu Lahoz no consideró penalti, ni tampoco Jaime Latre en el VAR, así que el juego siguió.
A partir de ahí, el Cádiz fue creciendo en el partido. Se despertó de la siesta y fue acumulando llegadas peligrosas a la portería defendida por Bravo. En el minuto 25, el meta chileno sacó con su pie izquierdo un disparo de Álex Fernández que rozó en Pezzella desde la frontal del área. Y cinco minutos después, llegando a la media hora del partido, en una llegada por la banda izquierda. Arzamendia, que le dio la tarde a Aitor Ruibal en el lateral, entró en el lateral del área del Betis por velocidad y se atrevió con el disparo, que besó la red pero por fuera. Antes del descanso, un tímido disparo de William Carvalho desde la frontal del área que se marchó fuera también.
En el segundo tiempo empezó mejor el Betis, como al comienzo del choque. Guido lo volvió a intentar desde más allá de la frontal del área, ahora con el árbitro enmedio, y sacó un disparo peligroso que tocó el larguero por encima. Pero la más clara estuvo en la cabeza del capitán. Joaquín, que se marchó minutos después tremendamente ovacionado por el Nuevo Mirandilla, remató, haciendo los tiempos y elevándose a la perfección, a las manos de Ledesma un buen centro de Luiz Henrique. El cabezazo salió centrado. Lamento del ’17’. Después, Bravo estuvo muy acertado otra vez, salvando a su equipo, despejando un disparo de Brian Ocampo. Y a continuación el ‘Choco’ Lozano lanzó con peligro sobre la portería bética desde fuera en una acción rápida, pero la pelota se fue fuera.
Después de un gran centro de Miranda por la izquierda al que no llegó por muy poco Borja Iglesias, que ya había entrado al campo, el Cádiz tuvo el partido en sus manos en el descuento. Antes Pezzella, en el minuto 83, salvó el tanto cadista. Pero luego tuvo Lucas Pérez una clara ocasión para que su equipo se llevase los tres puntos. Para el final del partido, la protesta de Canales a Mateu Lahoz que le hizo mostrarle dos tarjetas amarillas al cántabro, ser expulsado y no estará a disposición de Pellegrini en el importante partido del domingo en el Benito Villamarín ante el Atlético de Madrid.
/Escrito por Jesús Sevillano para ABC de Sevilla
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