En cuatro de la cinco veces en la historia que ganó 2-0 de visitante antes de enfrentar a River, el Xeneize fue campeón.
A Jorge Almirón, director técnico de Boca, se lo vio este jueves -se lo fotografió y se viralizó en las redes- arrodillado, solo, rezando en lo que sería la Basílica de Luján. Fue a agradecer y a pedir, seguramente, que siga la racha exitosa. Es una cuestión de fe. Las estadísticas, a veces, son azarosas y también a muchos les gusta creer. Entonces, a la fe religiosa del entrenador se le puede sumar el dato optimista de cómo le fue a Boca cada vez que ganó 2-0 de visitante antes del Superclásico, como lo hizo ante Colo Colo: nunca perdió.
La primera cuestión es que es la primera vez que Boca gana 2-0 de visitante en un torneo internacional. Nunca antes, desde 1963, año en que debutó en la Libertadores, se había dado esta combinación. En cambio, sí sucedió cinco veces en la historia y fue campeón cuatro veces.
Durante la etapa amateur tampoco se dio que el Xeneize ganara exactamente 2-0 fuera de su casa y luego disputara el clásico darsenero, como se denominaba entonces.
Ocurrió por primera vez en 1931, en el flamante torneo profesional organizado por la disidente Liga Argentina de Football. El 12 de septiembre, Boca venció 2-0 a Talleres de Remedios de Escalada con dos goles de Francisco Varallo en el viejo estadio de River de Alvear y Tagle, donde el equipo del Sur del GBA hizo de local. El 20 de septiembre se disputó el primer clásico profesional, en la vieja cancha de Boca de madera, que se suspendió tras el 1-1 de Varallo, quien en el rebote del penal atropelló al arquero Iribarren, los jugadores protestaron y hubo tres expulsados de River que se negaron a abandonar el campo de juego. Luego, el Tribunal de Penas le dio por ganado el partido a Boca, que al final del torneo fue campeón.
La segunda vez ocurrió en el torneo de 1962, que tuvo una definición histórica. El 2 de diciembre, Boca venció 2-0 a Quilmes con goles de Paulo Valentim de penal y Miguel Pezzi. El 9 de diciembre, en la Bombonera, el día en que Antonio Roma le atajó un penal a Delem, el local ganó 1-0 con gol de Valentim y dio la vuelta olímpica a la fecha siguiente al vencer a Estudiantes 4-0.
Dos años después, la secuencia se dio en el mes de agosto. El martes 11, Boca venció a Atlanta 2-0 en Villa Crespo, con goles de Angel Rojas y Oscar Pianetti. En la fecha siguiente, el domingo 16, empató 0-0 con River en el Monumental. Al final se quedaría con el título de campeón.
La cuarta vez que ocurrió también tuvo un recuerdo imborrable para los hinchas de Boca en el Superclásico. Fue en el Metropolitano de 1981, el único título de Diego Maradona con un club en Argentina. El domingo 5 de abril, Boca venció 2-0 a Independiente en Avellaneda con goles de Diego y Oscar Ruggeri. El viernes 10 de abril, en la Bombonera, el Xeneize se impuso 3-0 con dos goles de Miguel Brindisi y uno de Diego, quien antes del toque final, amagó y dejó gateando al Pato Ubaldo Matildo Fillol.
El anterior antecedente de un 2-0 de visitante antes de enfrentarse a River sucedió en el Clausura 2011, que ganó San Lorenzo. El domingo 8 de mayo, Boca venció 2-0 a Argentinos en La Paternal con goles de Martín Palermo y Juan Román Riquelme. En la fecha siguiente, ganó 2-0 en la Bombonera con goles de Juan Pablo Carrizo en contra y Palermo. Tras finalizar el torneo y jugar la Promoción, River descendió. Pero ese año Boca no fue campeón.
Claro que ahora está lejos de la punta del Torneo de la Liga Profesional, exactamente a 16 puntos de River. Pero no necesariamente el título se tiene que dar la competencia local, ahora que está en racha de la Libertadores.
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