El delantero talismán, que había regresado de su lesión al equipo titular, evitó la derrota Cruzada con un gol a los 48 minutos del segundo tiempo. La Universidad Católica pierde una gran oportunidad de acercarse al puntero del torneo, Rangers de Talca.
por Cauan Biscaia
cbiscaia@odofutbol.cl
twitter: @CauanBiscaia
La Católica logró un empate angustioso con un gol de Gazale en los últimos minutos. El cuadro cruzado dejó muchas dudas en San Carlos.
SANTIAGO.- Día domingo, sol y un calorcito vespertino que invitó a muchas familias y ciudadanos chilenos a disfrutar de los atractivos de Santiago en el religioso día del descanso. En la cima del cerro, con un fin de tarde frígido y tentador para una velada casera previa al cruel lunes de todas las semanas, Universidad Católica y Unión La Calera disputaban el último partido válido por la octava fecha del Torneo Clausura. Pero la motivación de los hinchas Cruzados siempre se enciende cuando su equipo está en cancha, y por este motivo, más la gran posibilidad de conquistar una victoria ante el penúltimo colocado del campeonato, llevó a un buen público a San Carlos de Apoquindo.
La UC ya había perdido la esperanza de alcanzar la punta del certamen con la anterior victoria de Rangers de Talca frente a Audax Italiano, pero un triunfo para los Cruzados podría dejarlos pegadito al primer colocado y daría una inyección anímica importante para el primer enfrentameinto por la segunda fase de la Copa Sudamericana, ante el Deportes Tolima. El adversario, Unión La Calera, aspiraba el afán de sorprender como visita, y poder recuperar puntos para dejar la incómoda posición en la tabla. El técnico de la Católica, Martín Lasarte, impresionó a todos con el ingreso desde el arranque de Daúd Gazale, eterno talismán Cruzado que estuvo ausente por una larga lesión, y además, dio una nueva oportunidad a su compatriota Matías Mier, que sigue debiendo buen fútbol desde de su llegada el año pasado.
Con tantas novedades y motivaciones subjetivas para el encuentro, en el escenario de la brega ambos equipos decepcionaron a los aficcionados con un partido aburrido, errático y disparador de bostezos. Con apenas un remate de Sebastián González para los Cementeros, y una oportunidad desperdiciada por Hans Martinez para los locales, los 45 minutos iniciales se resumieron en una alta cantidad de pases errados, remates a las tribunas y mucho roce con las constantes faltas que matan un partido. El árbitro Patricio Polic ni siquiera quiso dar minutos de descuento, y las pífias fueron la banda sonora pefecta para el entretiempo.
Los ingresos de Fernando Cordero por Matías Perez en la UC, y Leonardo Valencia por Sebastián González en La Calera, dieron otra dinámica para la segunda parte. Fernando Meneses se enchufó junto a Michael Ríos, y las jugadas por la banda derecha fueron la base de las jugadas Cruzadas para intentar romper la fuerte barrera defensiva de los forasteros. En dos minutos, a los 13 y a los 15 precisamente, Lucas Giovini tuvo trabajo y suerte, al evitar un centro de Meneses que desvió en Bahamondes y casi lo traicionó, y luego con un cabezazo de Mier que pasó besando el poste izquierdo del golero. La brega ganaba un poco más de color y audácia por parte de ambos conjuntos.
La entrada de Álvaro Ramos generó velocidad en la ofensiva Cruzada, y el “Chanchito” por muy poco no abrió el marcador en una linda jugada individual que fue detenida por las piernas salvadoras de Giovini, originando algunas dudas sobre un supuesto penal que no existió. Minutos después, Enzo Andía casi marca un autogol al retrasar la pelota contra su propio arco, una jugada que fue un pre aviso de lo que estaba por venir. Hasta que vino. Tiro libre para La Calera, Valencia centra con veneno y Francisco Silva cabecea contra su propia meta, matando cualquier acción de Christopher Toselli. Gol de los Cementeros, que poco hacían por merecer, pero se aprovecharon de la jugada que es el típico premio de los cobardes, y el castigo de los incompetentes.
La Universidad Católica pasó a correr contra el reloj, y el desespero jugó en contra de la perfección necesaria para recuperar el marcador. En los contragolpes, Unión La Calera podría haber sacramentado su victoria, pero la falta de calidad no permitió una sorpresa mayor. Y Cuando las luces de apagaban en San Carlos, y algunos hinchas ya dejaban las dependencias del estádio, apareció el angel Gazale para slavar la pátria universitária. Último minuto de juego, 48 marcados en el cronómetro, Daúd agarra el balón y remata con fuerza y precisión, inatajable para Lucas Giovini, desatando la fiesta de un empate que sería amargo pero tuvo un dulce sabor dadas las circunstancias del momento. Y así finalizó el combate, empate a uno y algunas preocupaciones para Lasarte en este intento de dar brillo a un equipo opacado por la irregularidad.
La Universidad Católica ahora es el segundo colocado del torneo con 14 unidades, tres atrás del puntero Rangers de Talca. Unión La Calera sube dos posiciones y está en la décima quinta colocación, con 7 puntos. Los Cruzados ahora e preparan para el partido ante Deportes Tolima, el próximo miércoles, en Colombia, por la Copa Sudamericana.
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