El cuadro cruzado hizo un buen partido y derrotó por 2 a 0 a los colombianos quedando así con la primera opción para acceder a la tercera ronda de la Copa Sudamericana.
por Christian Ayala R.
cayala@todofutbol.cl
twitter: @chayalar
SANTIAGO.- En esta clase de eliminaciones, de ida y vuelta, es fundamental hacerse fuerte como local y sacar la máxima diferencia posible para afrontar con una buena cuenta de ahorro y manejar así de mejor manera el duelo de visita. Y si bien el marcador no fue tan amplio, sólo fue un 2 a 0 a favor de los nacionales, queda en la retina algunos puntos muy altos que tuvo la UC, lo que hace presagiar que con el pasar de los partidos se va a convertir en un cuadro muy fuerte.
Este debe haber sido el mejor partido de Católica desde la era Lasarte. Y para eso se combinaron varias cosas, como un excelente nivel individual de varios de sus jugadores como el Álvaro Ramos, Tomás Costa, Fernando Meneses, Michael Ríos y Cristopher Toselli, entre otros. A eso se sumó que se notó el trabajo que se hace la semana, porque funiconaron las pequeñas sociedades y se notó un juego de conjunto mucho más sólido.
En todo caso, no todo es tan maravilloso. Porque en un principio la UC tuvo varios problemas y fue sorprendido por los colombianos que desnudaron una vez más, que el aspecto defensivo es lejos el punto más débil del equipo chileno. Esos primeros 20 minutos fueron de terror y la UC si bien manejaba las acciones no llegaba con claridad, terminando casi todos sus intentos ofensivos con centros al área sin mayor sentido.
Sin embargo en uno de esos centros, los cruzados se encontraron un regalito del meta Anthony Silva que salió a cortar un centro, se molestó con uno de los centrales, soltó el baló y en una segunda reacción fue al piso a buscar la bola cuando uno de sus compañeros estaba en mejor posición para rechazar. Al final el meta colombiano en vez de quedarse con la pelota pasó a llevar al defensor y lo botó y le dejó la pelota servida a Hans Martínez, que de manera muy inteligente la tocó para Nicolás Trecco que con mejor ángulo definió con un remate preciso y ajustado para marcar el 1 a 0.
De ahí en adelante y con el marcador a favor, el juego de Católica no mejoró, por el contrario comenzó a presentar algunos problemas que fueron bien aprovechado por la visita y que comenzó a agigantar la figura de Toselli que siempre estuvo presto para evitar el gol.
Lo más claro llegó en la segunda etapa, cuando en el minuto 62 el árbitro Liber Prudente, uruguayo de nacimiento, cobró un penal sumamente dudoso de Michael Ríos en contra Yimmi Chará. Fue muy al límite, porque si bien la falta existió claramente quedó la sensación que fue fuera del área, aunque ni las mismas cámaras de televisión lograron dilucidar si fue adentro o afuera.
Pero eso poco importó porque Toselli se está convirtiendo de a poco en un arquero atajapenales y estuvo soberbio para ahogar el grito de gol de los colombianos. El «1» cruzados se estiró abajo a su derecha y logró contener el remate de Maciel.
Y de ahí cambió el partido. Católica creció y la visita sintió en el alma el error. Y ante un cuadro grande como la UC no se puede dar esa ventaja y desaprovechar una oportunidad así.
Católica se convirtió amo y señor de la brega y para dejarlo claro a los 66 minutos tras una jugada personal por la derecha de Fernando Meneses que llegó a línea de fondo combinó con Ramos que evitó que la pelota se fuera por la última línea y con una gran visión de juego centró atrás para la aparición libre de Michael Ríos que le pegó de primera para vencer por segunda ocasión la valla colombiana.
Con el marcador a favor vino lo mejor de la UC, porque se vio una católica ofensiva y con mucha dinámica y que tenía ganas de seguir anotando. Y ojo que estuvo cerca porque perfectamente pudo haber marcado un par de goles más, como en un remate de Ríos que dio en el travesaño e incluso Trecco tuvo un mano a mano que el portero salvó con lo justo y caprichosamente la pelota nuevamente dio en el travesaño.
Así, se escribió una victoria que debe dejar a todos contentos. La UC jugó bien y mostró cosas interesantes que demuestran que el trabajo de Lasarte va por buen camino y que partido a partido, el conjunto cruzado va tomando cuerpo, forma y aroma.
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