Los azulgrana calcaron el partido de Mallorca: fueron a remolque y tuvieron que protagonizar una remontada agónica para empatar
El Barça venía tan acelerado de su prestigioso triunfo en Porto en la Champions League que casi se pasó de frenada en Granada. El equipo de Xavi acabó empatando un partido que tenía perdido gracias a su rebeldía, pero que no fue suficiente para atrapar a Real Madrid y Girona, que sí hicieron los deberes de la jornada. Al equipo azulgrana le tocaba dar una respuesta contundente ante uno de los colistas pero sufrió un nuevo frenazo en un partido loco. El segundo seguido fuera después de Mallorca. Otros dos puntos que vuelan.
En el fútbol suele ganar el más avispado, el más oportuno y el más eficaz. Un despiste tras el pitido inicial descerrajó un choque en el que el Barça siempre fue a remolque hasta conseguir la igualada. A los de Xavi les faltó algo de consistencia y acierto para culminar la remontada y le sobró, de nuevo, algunos errores individuales. El Granada, un recién ascendido y en zona de descenso, despojó al Barça de su autoridad y de su superioridad. Bryan Zaragoza, inconmensurable, un filón, ganó el pulso a todos los jóvenes. Suerte de la autoestima de Sergi Roberto, que volvió a sacar de un apuro a los culés. El gol anulado a Joao Félix, que Xavi vio válido, casi culmina una gesta que arrancó con Balde, Gavi, Lamine Yamal y Fermín juntos en el once titular. Ferran Torres se disfrazó de Lewandowski.
Con una plantilla más corta de lo diseñado en los despachos, Xavi resolvió las bajas por lesión mezclando jugadores con oficio con jóvenes canteranos, algunos con más trayecto que otros. Fue la primera vez que alineó de entrada a Balde, Gavi, Lamine Yamal y Fermín. El centrocampista andaluz, que se ha ganado tutear a los mayores, debutó en la Liga como titular. El técnico no suele mirar el carnet de identidad pero la media de edad no alcanzó los 24 años. Ferran Torres se disfrazó de Lewandowski.
El experimento no duró ni un minuto, apenas 18 segundos. Como en Mallorca, otro grave error individual, esta vez de Gavi aunque con tintes colectivos, estropeó los planes de Xavi. Perdió el balón en el centro del campo tras un pase apurado de Chistensen y la mirada de Gündogan y la reacción rápida de los granadinos acabó con cesión a Bryan Zaragoza y disparo con bote que se elevó ante la mano de Ter Stegen. La historia se repetía, como aquel de Azeez en 2019 a los 63 minutos. .
El 1-0 era empezar por debajo en el marcador desde el vestuario, desde el calentamiento, como una eliminatoria de cualquier torneo. Tocaba una remontada obligada, de orgullo y también de prestigio. No quedaba otra. Feran Torres y Joao Félix lo intentaron desde el interior del área y también sacándose de la chistera algún trallazo. También Gavi, tratando de enmendar su fallo, con un disparo lejano, como uno más del portugués. Hasta Christensen se aventuró al ataque reclamando un penalti de Ignasi Miquel.
El Barça se adueñaba del partido. El gol en contra inicial parecía un accidente remediable, una pifia solventable. Pero cuando más apretaba con córners sucesivos, hasta seis, una contra, en otra acción memorable de Bryan concedió otro gol al Granada. Se fue por velocidad de Koundé, le recortó dos veces, con túnel incluido, y pichó el balón por alto con el portero alemán sin poder hacer nada. Dos aproximaciones, dos tantos que enloquecieron a la grada.
El infortunió se cebó aún más con los azulgrana con la lesión de Koundé, que se retiró dejando que Araujo ocupara su puesto. El Granada es un equipo de autor que gira alrededor de la personalidad de Paco López y sus jugadores habían sabido trasladarlo en el campo.
Y llegó el achuchón final de la primera parte. Dando rèplica a Bryan, apereció Lamine Yamal, que hasta entonces había generado peligro pero sólo un disparo alto. El canterano aprovechó un disparo de Joao Félix, bien peleado, pero desviado, para marcar a puerta vacía. No estaba en fuera de juego, aunque la grada lo reclamó con energía sonora. Lamine Yamal hacía historia al convertirse en el goleador más joven en la historia de la Liga con 16 años y 87 días, supèrando el récord de Fabrice Olinga, que marcó jugando en el Málaga con 16 años y 98 días hace once años. El Barça concluía la primera parte de la mejor manera.
El Barça reanudó el partido convencido de que la remontada era posible. Lo intentaba ante un equipo que supo darle la vuelta a tres goles al Almería. El gol de Lamine les daba crédito. No tardó en dar circulación al balón y en dar batalla, por el centro o por las bandas, con Balde como promotor. Lo intentó Fermín con un chut, Los riesgos ofensivos provocaban algún latigazo local, como un remate de Lucas Boye.
A toda prisa, el Barça buescaba el empate. Lo tuvo en sus pies Ferran Torres, tras una falta de Gundogan que cabeceó Araujo hacia el centro. Las gradas de Los Cármenes rugían en contra de Soto Grado pior cualquier acción. La entrada de Oriol Romeu dio más mordiente y generó alguna ocasión, como un disparo de Gavi, pero era el día de André Ferreira.
Y llegó la jugada del empate, otra vez en medio de la confusión. Un ataque azulgrana, cae Vallejo, protesta general, Gavi le recrimina, centro desde la izquierda y remate del recién llegado Sergi Roberto. El partido había enloquecido. La hostilidad era general. Casi estropeó el Barça su reacción. Pérdida de Gavi, contra en superioridad de Callejón y roza el ‘hat trick’ Bryan. Y llegó la traca final. ¡Gol anulado a Joao Félix! No estaba en fuera de juego, pero saltó Ferran en el centro, que sí lo estaba. No condicionó a nadie, pero el gol fue anulado. El Barça no se rindió hasta el pitido final, con bronca para el colegiado.
/MundoDeportivo
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