Siguiendo con la rotación en el arco que ha determinado El Ingeniero, quedó de manifiesto que el portugués Rui Silva ataja en los torneos internacional y el chileno lo hace en la Liga española
Paso adelante del Betis para su clasificación para la siguiente fase de la Liga Europa. Los verdiblancos decantaron la balanza a su favor en la visita a Limassol en una segunda mitad que les sirvió para colocarse en el primer lugar del Grupo C. Un gol de Ayoze, justo después de que Mayambela estrellara un balón en el poste, les bastó para adicionar tres puntos a su casillero en un partido equilibrado en el que sí se evidenciaba la mayor calidad de los españoles desde la recta final del primer periodo.
Porque las diferencias entre un buen equipo del fútbol español, léase el Real Betis Balompié, y un conjunto de la liga chipriota, por mucho que ésta haya importado en los últimos años futbolistas de todos los rincones de África, caso de este Aris Limassol, siguen siendo siderales. Ni siquiera el hecho de que ambos llegaran igualados a tres puntos puede mitigar esta conclusión tan tajante. Sólo una sorpresa podía evitar que el triunfo fuera para los hombres de Manuel Pellegrini, pero, ojo, ésta estuvo a punto de producirse justo antes del gol de Ayoze en esa contra de tres contra tres que acabó con el disparo al poste de Mayambela.
Pero tampoco rebaja esa sensación de superioridad bética el hecho de que el Aris Limassol saliera con toda la marcha dada y que incluso pudiera adelantarse en el marcador en el minuto 5 de no haber surgido la figura siempre omnipresente de Germán Pezzella para evitar el tanto de Babicka, que ya se colaba en la portería de Rui Silva tras superar al guardameta portugués en su salida.
Fue un espejismo, sin embargo, por muy cierto que fuera que quienes vestían de verdiblanco en esta ocasión, el Aris, tratara de meterle una velocidad más a las transiciones para sorprender a una defensa con Marc Roca en el centro y muy cogida con alfileres. El Aris arriesgaba mucho en los balones profundos, trataba de que la pelota no estuviera en el centro del campo y eso, a la larga, fue beneficioso para los béticos, pues las pérdidas eran numerosas y les permitía recuperar el esférico para dárselo a William Carvalho.
Ésa, la titularidad del portugués, fue una de las principales novedades en una escuadra de Manuel Pellegrini en la que también se variaban completamente las dos bandas respecto a la cita liguera en Getafe. Aitor Ruibal y Abner eran los laterales, mientras que los extremos pertenecían a Luiz Henrique y Abde. También ingresaba en la portería Rui Silva para que, en total, fueran nueve los futbolistas que no habían sido titulares en la anterior cita oficial. Sólo Pezzella y Marc Roca, en esta ocasión tándem de centrales, repetían en el once.
Y con semejante composición del equipo era cuestión de saber esperar a que se les fuera el gas a los chipriotas para que las cosas comenzaran a fluir con normalidad y todo acabara decantándose hacia el lado forastero. Se hizo esperar, sobre todo porque falló el último pase en el primer periodo. Abde tuvo un par de internadas en la recta final, en los minutos 40 y 46, pero en la primera el remate de Ayoze fue interceptado por Yago y en la segunda el centro no pudo ser más inocente.
El camino ya estaba trazado, dentro de una línea de tranquilidad siempre presente. William Carvalho dominaba la situación en el centro del campo con su habitual estilo diésel y todo comenzó a ir mejor cuando Willian José y Ayoze permutaron sus posiciones para que el brasileño se viniera unos metros más atrás y el canario fuera el más adelantado del ataque heliopolitano.
Tras el intermedio, no iba a tardar en llegar el primer aviso serio. Bastaba con un balón directo desde atrás de Marc Roca, con mucha calidad, para que Abner aprovechara la autopista que había dejado la lesión de Boakye por ese costado. El brasileño se quedó solo delante de su compatriota Vaná Alves, pero le estrelló la pelota en el cuerpo cuando un disparo cruzado podía haber sido definitivo (47’).
Paradójicamente, sin embargo, ahí iba a llegar una fase de sufrimiento para los hombres de Pellegrini. El Aris volvió a aprovechar la velocidad de Babicka y éste le creó dudas por el medio a los forasteros. Pezzella tuvo que salvar una aproximación que hubiera sido letal de llegar a Gomis (53’) mientras que una contra de tres contra tres acababa con el disparo de Mayambela al poste (74’).
El fútbol es así y penaliza a los inferiores y premia a los superiores en la mayoría de las ocasiones y justo en la jugada siguiente fue Abde el que desequilibró en la banda izquierda, su centro ya obligó a Vaná a una complicada intervención, Assane Diao se encontró con el remate a bocajarro y lo estrelló en el larguero, pero Ayoze, el más listo de la clase, lo introdujo con calidad y con tranquilidad en la red.
El Betis había logrado, por fin, ponerse por delante y ya sólo le quedaba conservar esa ventaja, algo que, dicho sea de paso, no ha sabido hacer en muchas ocasiones a lo largo del presente curso. A pesar de otro remate forzado de Spoljaric al poste en un cabezazo en un córner, esta vez no iba a ser igual, ese gol de Ayoze, ya con Isco y Assane Diao sobre el césped, le iba a servir a los béticos para conseguir su segundo triunfo europeo. Era lo lógico, por mucho que Mayambela tratara de estropearlo.
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