El Al Ittihad cae frente al Al Shabab de Carrasco y Banega. Suma tres puntos de los últimos 15 en Liga y está a once del liderato. El técnico Nuno, muy cuestionado.
Karim Benzema vive su primera crisis desde que llegó a Arabia. Su equipo, el megaproyecto del Al Ittihad, construido a base de estrellas para pelear por todo, se encuentra a once puntos del liderato tras caer con el Al Shabab de Carrasco y Banega (1-0). El equipo ha sumado tres puntos de los últimos 15 y lleva más de un mes sin ganar en la que quieren denominar como ‘liga de las estrellas’. Ahí se esperaba que el club del penúltimo Balón de Oro, defensor actual del título, estuviera muy arriba. De momento es sexto y sólo su buena actuación en Copa (en cuartos) y en la Champions asiática (lideran su grupo) parece mantener al técnico Nuno Espirito Santo en su puesto, aunque ya se encuentra muy cuestionado.
El partido ante el Al Shabab se presentaba como un punto de inflexión. Pero la primera mitad fue un desastre para el Al Ittihad. Tuvo el control de la posesión, un 65% en esos primeros 45 minutos, pero totalmente estéril. La sensación era que el Al Shabab necesitaba muy poco para provocar peligro. Kanté parecía incapaz de mantener defensivamente el centro del campo (se nota la baja de Fabinho), mientras que la zaga liderada por el exbético Luiz Felipe era un rosario de despistes. Y eso lo aprovechó el brasileño Carlos Júnior para cabecear un centro que se convirtió en el 1-0.
El gol, lejos de activar al campeón, le hizo entrar en un mar de dudas. Hasta el punto de que una jugada de Yannick Carrasco dentro el área acabó en derribo al belga que el colegiado, el argentino Nicolás Ramírez, castigó como penalti. Sin embargo, el VAR avisó al árbitro, que cambió su decisión y dejó al Al Ittihad con vida. Aunque no sin un susto más antes del descanso, pero esta vez Carlos Júnior mandó su remate fuera.
La situación era desesperada para los de Nuno: 45 minutos para cambiar la inercia. Y, en los primeros compases hubo lugar a la esperanza. Una buena combinación en ataque acabó con el balón en los pies de Benzema, a la altura del punto de penalti, una situación a menudo letal que, esta vez, no acabó en gol por la buena estirada del surcoreano Kim. Esa señal fue fugaz no fructificó en mejoría, es más, el Al Shabab volvió a meter miedo con un remate de Banega y un jugadón de Yannick Carrasco que estuvo cerca del 2-0.
Los minutos pasaban y Benzema, algo más activo que en la primera mitad, lideraba las acometidas de un Al Ittihad que atacaba más por obligación que por ideas. Algo es algo, sobre todo ante un Al Shabab que sólo pensaba en aguantar el marcador. La mejor prueba de ello fue que su técnico, el croata Igor Biscan (exjugador del Liverpool entre otros), retiraba del campo a sus dos estrella: Banega y Carrasco. Su juego en los últimos 15 minutos se limitó a achicar balones, pero eso bastaba ante un rival al que le faltaba chispa. El 1-0 no se movió. Sólo un centro de Kanté que Romarinho remató en fuera de juego claro hizo soñar al Al Ittihad con sacar algo positivo. Un equipo que, ni en sus peores presagios, se imaginaba estar a once puntos del liderato con sólo 12 jornadas disputadas.
Porque si el Al Ittihad de Benzema es la cruz, el Al Hilal de Neymar es la cara, a pesar de que el brasileño se encuentre lesionado y muy lejos de volver a los terrenos de juego. Pero su equipo no parece echarle de menos. En parte, por un Mitrovic estelar, que marcó de penalti su noveno gol liguero y está ya a sólo dos de Cristiano. También por el local Al Dawsari, que celebró su reciente galardón de mejor jugador asiático con un golazo que certificó el triunfo (0-2) frente a Al Fateh. Un líder muy sólido que obliga al Al Nassr de Cristiano, que juega este sábado frente a Al Khaleej, a ganar para no descolgarse: la ventaja de Al Hilal es ahora de siete puntos con un partido más.
/AS
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