El libertario economista, que ganó el balotaje para gobernar la Nación trasandina, tuvo un recordado paso por las inferiores de Chacarita.
JAVIER MILEI acaso se convirtió este domingo en la persona más mencionada de Latinoamérica. No es para menos: acaba de ganar el balotaje y será, desde el 10 de diciembre, el próximo presidente de la Nación.Nacido el 22 de octubre de 1970, el histriónico economista creció sin frenos desde que apareciera en el mainstream hacia el año 2021, en cuyo mes de octubre cosechó un 17 por ciento de los votos como candidato a diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dos años más tarde el candidato de La Libertad Avanza, un outsider de recurrente discurso liberal y anti política. acumuló el 56 por ciento de los votos en la segunda vuelta sobre Sergio Massa, el aspirante de Unión por la Patria.
Su camino en los medios tradicionales comenzó en julio de 2016, durante el primer año del mandato de Mauricio Macri, cuando Milei apareció como una figura llamativa en el panel de Animales Sueltos, por América TV, con Alejandro Fantino. «El padre de la criatura», diría el propio Milei tres meses atrás luego de ganar las PASO.
En ese momento los acérrimos futboleros se preguntaron si Milei era el mismo Milei al que reconocían por su viejo pasado como futbolista. Sí: Milei, el presidente electo de la República Argentina, es futbolero y fue futbolista.
El León, como él mismo se hace llamar entre sus seguidores libertarios, tiene un pasado poco conocido como arquero de Chacarita. Ex alumno del Colegio Cardenal Copello, de Villa Devoto, gente del barrio y de aquel viejo entorno cuenta que, además, no era un arquero cualquiera. Tenía mucho talento.
«Jugué en Chacarita hasta los 18 años; estaba en el plantel profesional. Intentaba replicar, con muchas dificultades, el estilo de (Ubaldo) Fillol, el más grande de todos los tiempos. Fillol es el más grande de todos los tiempos, sin dudas. En la discusión Gatti-Fillol no existe discusión. De los once jugadores sólo uno puede tocar la pelota con la mano: es un recurso escaso. Gatti usaba los pies: era un ineficiente», polemizó Milei, fiel a su estilo, en una charla con La Red.
El otro Milei tuvo espacio y lugar muchos años atrás, en la década del ’80, cuando ni siquiera imaginaba entrar en debates de economía monetaria ni prometer, como un candidato a presidente, incendiar el Banco Central. Como parte de la política que suele desestimar («Voy a terminar con la casta política»), no parece atajar penales sino rematar con fuerza como un infalible centrodelantero.
Lo cierto es que, sin embargo, Milei fue un gran arquero de la vieja camada 1970 de Chacarita Juniors. Se tiraba para todos lados, se la jugaba en su posición bajo los tres palos, características que le valieron el apodo de Loco. ¿Milei estuvo loco en el verde césped? ¿Milei está loco ahora?
Qué más da: el líder libertario brilló como arquero del Funebrero. Los testimonios así lo demuestran. «A él lo trajeron para que formara parte del plantel entre los 13 y los 14 años, puede ser a los 12. Siempre al arco, exactamente igual como es en la vida era de arquero. Se tiraba, no le importaba nada, era de esos tipos fuertes, grandote, medio loco, porque le decíamos ‘El Loco’. Muy buen arquero», rememoró Gabriel Bonomi, ex compañero de Milei en aquella camada de 1970 de Chacarita, en diálogo con Infobae.
Eduardo Grecco, un viejo entrenador que dirigió a Milei en el Funebrero y que sigue en el proyecto de inferiores cuarenta años después, recordó: «Lo habré dirigido seis meses. Esa categoría era una de las mejores en la historia de las Inferiores de Chacarita. La del 70». Más tarde incluso formó parte de Uso Takarawa, el equipo de ex alumnos del Copello, en 1991.
Milei tenía condiciones pero, como suele pasar con muchos jugadores, no llegó a debutar en Primera División. Acaso llegó a jugar algún amistoso de pretemporada con el primer equipo. La gran certeza es que, en menos de un mes, será el presidente de la República Argentina.
/ElGrafico
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