El conjunto de Míchel exhibe todos los registros, con goles de Dovbyk, Miguel, Valery y Stuani, ante un Barça irregular que acabó buscando un empate agónico con goles de Lewandowski y Gündogan en un final de locos
El Girona asaltó Montjuïc y el liderato en un gran partido frente al vigente campeón de Liga, al que se complica mucho revalidar el título. El Barcelona tuvo buenos momentos contra el Girona, pero no supo aprovecharlos, algo que sí supieron hacer los de Míchel, que lucieron todos los registros: defensivos como planteamiento de salida, combinativos en posesiones largas durante muchos minutos y letales en transiciones buscando a Dobvyk, que marcó el 0-1, o en subidas letales de Miguel, que marcó un golazo para el 1-2 poco después del empate, de Lewandowski. En la segunda parte Valery puso la puntilla en el primer balón que tocaba tras entrar. Un gol agónico de Gündogan puso dramatismo al final de un partido de tú a tú, hasta que Stuani remachó en un final de locos para redondear un 2-4 histórico.
La verdad es que el Girona se plantó en el Estadi Olímpic Lluís Companys sin complejos. Con un planteamiento más conservador de lo que es habitual, como insinuó Míchel y como ya había hecho la pasada temporada en Montilivi, pero sin temor alguno a aprovechar sus oportunidades para salir combinando y montar transiciones letales. La diferencia respecto al año pasado es que esta vez la estrategia les dio resultado: 1-2 al descanso partiendo de cinco atrás. En cuanto al Barça, fue un sí pero no: arrancó con brío, dominó, tuvo ocasiones, pero mostró imprecisiones y en defensa fue un equipo contemplativo y blando que dejó combinar cerca del área y rematar con mucha facilidad.
Durante la previa se esperaba un buen espectáculo y lo cierto es que los espectadores que casi llenaron Montjuïc no pueden quejarse: los tres primeros minutos fueron un anticipo del intercambio de golpes que tendría lugar más adelante. Idas y venidas permanentes durante todas las fases del partido.
El Girona arrancó avisando, en un balón perdido por Raphinha tras un mal pase de Koundé que originó una internada final de Dobvyk y una rectificación del propio Koundé. O en un chut de Dobvyk detenido por Peña. El Barça respondió encerrando a los de Míchel: tuvo un embrollo en el área del Girona en que se intuyó el gol y poco después hubo una gran combinación Pedri-Koundé con centro del francés que interceptó Gazzaniga.
Rodando rápido el balón, el Barcelona fue dueño de los primeros minutos. Pedri era el generador de juego entre líneas y otro gran pase interior a Lewandowski fue rechazado por David López. Lo cierto es que el Girona salió esperando atrás, con un 5-4-1 sin manías en defensa y sufriendo ate la presión azulgrana. Pero también espetrando algún balón largo hacia Dobvyk.
Balón al espacio a su delantero que el conjunto gerundense encontró en un pase largo de Yan Couto hacia Tsygankov, que asistió al espacio infinito a Dobvyk, con Christensen equivocándose al intentar dejarlo en fuera de juego. Intentó corregir Araujo, pero no llegó y el delantero encaró a Iñaki Peña y finalizó, con el balón rebotando en el poste derecho antes de entrar. Primer zarpazo del Girona, que ya dejó ver que en las gradas, con muy buen aspecto, había numerosa parroquia del líder provisional de la Liga.
Inmediatamente, el Barcelona reaccionó con la misma energía con la que había empezado y Lewandowski remató a gol, de cabeza, un córner lanzado por Raphinha, muy enchufado pero algo errático en ese primer tiempo tan enérgico.
Con el avance del reloj, el Girona fue tomando confianza y sacudiéndose el dominio azulgrana y Peña, al que no se podía culpabilizar del 0-1, evitó el segundo del equipo visitante al desviar con la punta de los dedos un centro-chut envenenado de Miguel después de una combinación de la delantera gerundense ante una defensa que ya dio señales de estar estática y sin reacción. Y al rato un tuya-mía de los Joaos por la izquierda obligó a Gazzaniga a intervenir. El partido era un continuo ir y venir de oportunidades del Barcelona y contraoportunidades del Girona en transiciones buscando a Dovbyk en cada pérdida azulgrana. Otra acción colectiva del Girona acabó en disparo fuera de Miguel, con la defensa demasiado pasiva en las marcas.
Al ritmo de las subidas de Miguel, el Girona iba creciendo y a la tercera fue la vencida: después de dos intentos fallidos, finalmente Miguel encontró la portería tras entrar desde la izquierda sin que nadie le cerrase el paso. Golazo del futbolista cedido por el Madrid para trasladar al marcador el dominio que el equipo de Míchel ya ejercía en el campo en el último cuarto de hora del primer tiempo.
Tocaba que el Barcelona remase en la segunda parte y en el arranque Montjuïc fue una olla a presión. Con cierta precipitación, el Barça volvía a poner a prueba a Gazzaniga, que rechazó un disparo de Frenkie de Jong poco después de fingir una agresión inexistente de Lewandowski.
Atacaba el Barça y el Girona trataba de defender y salir a la contra. Pero el conjunto gerundense estaba mentalmente mucho más entero que en el inicio de partido y obligaba al Barça a intentar chuts desde lejos.
La tuvo Raphinha tras un gran pase de De Jong, pero el intento de definición fue horroroso y Eric Garcia se anticipó al brasileño. Xavi puso a Lamine Yamal, Ferran y Balde, que cerraba como central junto a Araujo. El Barcelona atacaba con todo y Gündogan rozó el empate tras acción de Ferran, que hacía daño a Yan Couto. Ferran y Balde aportaron dinamismo en sus primeros minutos.
A ratos el Girona lo pasaba mal con la marcha que subió el Barcelona, pero a ratos exhibía el fútbol combinativo que lo ha aupado a lo más alto de la clasificación liguera. y encontró una defensa completamente desencajada en una transición veloz. Stuani bajó un balón largo ante su paisano Araujo, hacia Valery, que entró libre del marcaje de Cancelo y, solo, recortó a Koundé y marcó. Peña evitó el cuarto poco después y el Girona acabó incluso bailando al Barcelona en alguna acción, aunque Gündogan puso el 2-3 y Lewandowski tuvo el empate en un final agónico, antes de que Stuani acabase marcando su golito en un final de locos.
/MundoDeportivo
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS